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GM recupera la idea de cerrar la planta de Amberes

Reilly empieza la reestructuración de Opel recortando a la mitad las reuniones de sus directivos

El grupo automovilístico General Motors cerrará la planta de Opel en la ciudad belga de Amberes, que cuenta con una plantilla de 2.300 trabajadores, en el marco del plan de reestructuración de sus operaciones en Europa.

Una fuente de la compañía ha indicado que la multinacional norteamericana no revocará el planteamiento inicial de cerrar la factoría belga que quedó en suspenso tras el fracaso de la operación de venta a Magna. "Reilly (director general de Opel) ha anunciado ahora que así se hará", ha añadido la misma fuente.

Sin embargo, General Motors no ha comunicado oficialmente ninguna decisión sobre el eventual cierre de Amberes hasta la fecha, si bien en distintos ámbitos se da por seguro que estará dentro del plan de reestructuración. Medidas que supondrán la eliminación de más de 8.000 empleos y un recorte de la capacidad productiva del 20% y del que, de momento, se desconocen su posible impacto en la planta zaragozana de Figueruelas.

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Pendientes de un todoterreno compacto

La única posibilidad de supervivencia para la factoría de Amberes es la adjudicación de la producción de un todoterreno compacto, si bien Reilly es partidario de que este vehículo se fabrique en las instalaciones de GM Daewoo en Corea del Sur, donde trabajó en su anterior etapa como responsable de Operaciones Internacionales de General Motors.

En un aviso a navegantes, Reilly ha afirmado hoy en una carta abierta a los empleados que no permitirá que ningún país de la estructura de la marca ni ningún producto comercializado por la firma generen pérdidas a largo plazo. En breve, ha adelantado, se pondrán en marcha medidas para analizar la rentabilidad de cada producto y cada mercado, y las revisaremos regularmente".

El objetivo de la reestructuración, ha añadido, es volver a ser rentable, aunque ha advertido de que 2010 será un ejercicio "especialmente difícil" ya que, según sus cálculos, las ventas de coches en Europa caerán en 1,5 millones de unidades este año. Por ello, ha añadido, los gastos que puedan ser aplazados se aplazarán. Al tiempo, ha dado orden a los directivos de reducir la burocracia, con lo que el tiempo empleado en reuniones y en elaborar informes debe reducirse en un 50%.

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