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La salida de la crisis

El INE eleva al 0,3% el avance de la economía española hasta marzo

La oficina de estadística estima que el PIB creció más de lo esperado gracias a las exportaciones.- La tasa interanual mejora al 0,8%

La economía española creció un 0,3% en el primer trimestre del año, según ha informado hoy el Instituto Nacional de Estadística, que eleva en una décima la proyección que el Banco de España publicó hace una semana. Según el avance de la Contabilidad Nacional, el Producto Interior Bruto (PIB) mejoró su ritmo de avance del 0,2% intertrimestral con el que cerró 2010 hasta el 0,3%. Con respecto al mismo periodo de 2010, la economía ha crecido un 0,8%, con lo que incrementa en otras dos décimas la tasa interanual registrada en el último trimestre del pasado año.

La oficina de estadística hoy solo ha publicado la cifra de crecimiento, por lo que habrá que esperar al próximo 18 de mayo para conocer los detalles del crecimiento español durante el primer trimestre. No obstante, el INE se atreve a adelantar que la mejora "se produce fundamentalmente como consecuencia de una mayor contribución del sector exterior". Esto es, que se crece más gracias a las exportaciones, ya que el consumo de las familias y el gasto público, motores de la demanda interna, mantienen su atonía. Aunque no cae.

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Para el Gobierno, según ha comentado el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, el dato es "perfectamente compatible" con las previsiones del Ejecutivo, algo que ayuda en pos de recuperar la confianza en el país. "Es muy importante para la credibilidad que las previsiones se ajusten", ha explicado antes de recordar que en 2010 "las acertamos todas".

Según afirmaba el Banco de España en su último boletín económico, correspondiente al mes de abril, "la demanda interna apenas retrocede, mientras que la demanda exterior sigue siendo positiva por la fortaleza de las exportaciones". Pese a ello, el ritmo de crecimiento, que en cualquier caso es el más alto en un año en tasa intertrimestral y el más destacado desde el segundo trimestre de 2008 en la comparación interanual, sigue siendo insuficiente para crear empleo, tal y como quedó reflejado en la Encuesta de Población Activa del primer trimestre.

Según los resultados de esta estadística, considerada como el mejor barómetro del mercado laboral español, el paro volvió a subir en este periodo hasta el 21,29%, con lo que marcó un récord en el número absoluto de desempleados con 4,9 millones.

Muy lejos de Alemania

Asimismo, la "modesta recuperación" de España, tal y como la califica el Banco de España, contrasta con el resurgir de Alemania, que después de acabar el pasado ejercicio con una tasa de crecimiento récord ha vuelto a dar señales de fortaleza entre enero y marzo con un repunte del 1,5%. También Francia ha avanzado más de lo calculado con un 1%. Con España metida en el saco de los periféricos, aunque a una relativa distancia del grupo de cola que forman los rescatados Grecia, Irlanda y Portugal, las diferencias frente al resto de la gran Europa y la teoría de una UE a dos velocidades se afianzan.

Con vistas al futuro, el Gobierno y los analistas confían en que la recuperación de las economías que compran las exportaciones españolas y, sobre todo, el turismo tiren hacia arriba tanto de la economía como del empleo. No obstante, con diferente grado de optimismo. Así, frente al repunte del 1,3% que espera el Ministerio de Economía, el consenso de los organismos internacionales y analistas se reduce a entre el 0,7% y el 0,8%. No obstante, si se prorroga la tendencia de estos tres primeros meses y las siguientes cifras oficiales siguen siendo ligeramente mejor de lo esperado, puede que el cierre de año se acerque más a los cálculos del Ejecutivo. Aunque décima a décima, será un proceso lento.

Frente a esta hipótesis, la debilidad del consumo, las tensiones derivadas del recrudecimiento de la crisis de deuda y la posibilidad de que la subida de tipos que se prevé en el euro lastre la recuperación suponen los mayores retos para el futuro inmediato. Junto a ello, otro de los grandes riesgos que pesan sobre la economía española surgen de los precios.

La inflación, contra todo pronóstico, mantiene su repunte y volvió a subió en abril al 3,8%, cuando lo que se preveía era que empezase a moderarse ya tras marcar un pico en el primer trimestre. La carestía del petróleo y las materias primas, que han impulsado al alza las tensiones inflacionistas de nuevo en todo el globo, están detrás de la subida.

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