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Jornada tranquila en las oficinas de la CAM nacionalizada

La entidad asegura que no ha habido fuertes movimientos en las cuentas

Las oficinas de la Caja Mediterráneo (CAM), a partir de hoy "Banco CAM", han vivido una jornada tranquila, en su primer día de apertura al público tras su nacionalización por parte del Banco de España el pasado viernes, según fuentes oficiales de la entidad. La mayor parte de las 948 oficinas de la CAM han estado abiertas porque hoy es laborable en las principales regiones en las que opera: Comunidad Valenciana, Murcia y Cataluña.

Dice la entidad que las sucursales "ha recibido la afluencia usual de público, sin incidencias entre los clientes" que han acudido a realizar sus operaciones habituales. Esta tranquilidad no es un impedimento para que se produzca una retirada de pasivo, algo que sucede casi siempre, en mayor o menor medida, después de una intervención como ésta. Sobre todo, estos movimientos suceden en la división de banca corporativa y en la de altos patrimonios. El Banco CAM asegura que la retirada de ahorros durante la jornada de hoy "no ha sido apreciable. No ha habido fuertes movimientos en las cuentas".

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Según fuentes financieras, semanas antes de la intervención ya se había producido retirada de depósitos. Quizá por eso, el Banco de España inyectó el viernes pasado 3.000 millones de liquidez a la caja alicantina. De todas formas, los clientes pueden estar absolutamente tranquilos porque la caja nunca ha sido más solvente que ahora, ya que es el Banco de España el que responde de su situación.

Los sindicatos se han reunido con los nuevos administradores y han pedido el mantenimiento del empleo. El viernes lo hizo Comisiones Obreras y hoy ha sido la Sección Sindical Estatal de la UGT. Esta ha solicitado la garantía de empleo para la totalidad de sus empleados y empresas participadas. La comisión rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha nombrado a José Antonio Iturriaga Miñón, Tomás González Peña y Benicio Herranz Hermosa nuevos administradores de la entidad tras la decisión del Banco de España de nacionalizarla.

Enfado de los clientes

La CAM ha abierto sus oficinas con aparente normalidad y sin sobresaltos. Una gran parte de los clientes en la Comunidad Valenciana, y particularmente en Alicante, son de una estrecha fidelidad a la caja alicantina y algunos de ellos ni siquiera conocían a mediodía la sucesión de acontecimientos que desencadenó el viernes la intervención de la entidad por el Banco de España. Otra cosa es el malestar y la indignación que manifiesta la inmensa mayoría por la gestión que hicieron los anteriores consejeros y directivos de la que es una de las principales señas de identidad de la provincia donde tiene su sede social desde hace 136 años.

María, clienta "de toda la vida", considera "vergonzoso lo que ha pasado". Ella tiene una visión particular de la evolución de la CAM, que "ahora se ha convertido en una inmobiliaria más". "Ya no sé a qué vengo, está todo lleno de carteles de pisos y tienes la sensación cuando estás dentro de que vas a aprovecharte de la vivienda que le han quitado a otra persona". Gran parte de su enfado, dice María, viene de que "me parece mal que una caja que tiene una función social que cumplir acabe siendo un banco más".

Rocío todavía es más dura. Cree que los directivos "no tienen vergüenza" y lamenta que "aquí no pague nadie por lo que hace" después de que "se lo hayan llevado [el dinero] entre cuatro". "Y, mientras, te suben el tipo de interés, no te dan un préstamo, te crujen a comisiones... Estoy indignada", dice marchándose muy enfadada. Javier añade: "Tenían que haberla intervenido antes y nos hubiéramos ahorrado muchos problemas".

Cliente accidental de la CAM desde hace siete años, "porque tiene muchas oficinas y es muy cómodo", es Eduardo, exempleado de banca en su país, Uruguay. "No me gusta la gestión de las cajas, no es creíble dentro de sistema financiero", afirma convencido. "Me ofrecieron acciones de Bankia y no las quise", dice para justificar su incredulidad ante el hecho de que el dinero público haya salido al rescate de la CAM.

También manifiesta un cierto escepticismo, pero con los bancos en general, Mª Carmen. "Son bastante impresentables; a mí nunca me han solucionado un problema con agilidad". Ahora cree que "lo vamos a pagar entre todos" y, a la salida de una céntrica oficina de la caja alicantina, no tiene reparos en decir que "es un tema muy grave y hay que meterlos en la cárcel si se demuestra que los implicados en la gestión anterior dejan de ser presuntos", aunque ya intuye que "a estos señores no les pasará nada, ya estamos acostumbrados".

Fede sale con su pareja de poner al día sus cuentas. Ahora se ve "mejor asociado con el Banco de España". Él estima que la situación afectará "poco a los clientes y más a los trabajadores de la caja, pero a nosotros nos ha dado seguridad". "Todavía me acuerdo de la inversión ruinosa en Terra Mítica", recapitula. "Y me gustaría saber cuánto dinero le debe la Generalitat" a la CAM. Porque Fede cree que el resultado de la intervención ha sido porque se ha hecho una gestión política de la caja, aunque tiene poca fe en el futuro "porque hay unos políticos culpables y ahora otros políticos intentan arreglarlo". "Todo esto es un problema creado por políticos y dirigentes que han ganado mucho dinero", remata.

Aunque el disgusto es general, ninguno de los consultados había ido a la CAM para retirar su dinero o pedir explicaciones. En general, quienes pasan por la ventanilla o el cajero son pequeños ahorradores, la inmensa mayoría de los 3,3 millones de clientes de la CAM.

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