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Los sindicatos rechazan la venta de Cacaolat a través de las acciones

Los trabajadores no se fían de la oferta que ayer presentó la empresa

Los trabajadores no se fían de la oferta, formalizada ayer, de compra de las acciones de Cacolat por parte de Capsa, la propietaria de Central Lechera Asturiana. No se fían de que la venta de Cacaolat se haga a través de las acciones y no de la unidad productiva y argumentan que la venta de las acciones no garantiza la continuidad de los puestos de trabajo. El asunto se ha complicado desde que Clesa, del Grupo Rumasa y propietaria de la marca de batidos, solicitó ante un juzgado de Madrid que el concurso de Cacaolat se acumulara al suyo. Así, se están produciendo dos procesos paralelos: la venta de las acciones (Madrid) y de la unidad productiva y la marca (Barcelona). Los sindicatos están convencidos de que la pretensión de Clesa es vender Cacaolat y destinar los ingresos que obtenga a las deudas del grupo. El caso está en manos del Tribunal Supremo, pero las ventas siguen su camino.

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El sindicato UGT sostiene en un comunicado que la eventual compra de las acciones (la oferta es de 20,05 millones) "solo se aseguraría que cobraran los administradores y proveedores, pero no garantizaría el futuro de la planta y los trabajadores". Además destaca que de todas las empresas que se han interesado en la compra de Cacaolat (como el grupo Vichy Catalán o Cobega, la distribuidora de Coca-Cola), Central Lechera Asturiana es la única que no ha contactado con los trabajadores. "La forma de empezar de esta empresa no merece la confianza de nuestro sindicato", ha manifestado David Papiol, secretario de la federación de Industria y Trabajadores Agrarios de la UGT, el sindicato que preside el comité de empresa.

Desde CC OO, el secretario de la Federación de Agroalimentaria, Miguel Ángel Domínguez, ha mostrado su recelo con el proceso de venta que se desarrolla en Madrid: "Seguimos apostando por la venta de la unidad productiva y la marca, y no de las acciones. No aceptamos especulaciones de ningún tipo".

Cacaolat entró en concurso de acreedores en marzo. Es una de las empresas del conglomerado de la familia Ruiz Mateos con mejor situación financiera: tiene un activo de 129,5 millones de euros y un pasivo de 29,8. La marca ha sido valorada en 75,6 millones. El pasivo de Clesa es de 1.112 millones, casi el triple que su activo, 304.

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