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No son los puentes, es la productividad

UGT y CC OO aseguran que todavía no han comenzado las negociaciones

"En los próximos 9 días voy a trabajar 3. Es un dato". Con mucha socarronería, Manuel Fornas escribía en su muro de Facebook el pasado viernes. Poco después, le respondía un amigo: "Yo, dos". Tanto uno como otro, hablaban, evidentemente, del macropuente -acueducto para algunos- de diciembre. Este tipo de conversaciones, o mejor, la realidad que las propicia, pone los pelos de punta en CEOE. "Es un auténtico escándalo", calificó su presidente, Juan Rosell. Da pie a afirmaciones como las que hace meses hizo la canciller alemana, Ángela Merkel, : "No podemos tener una unión monetaria donde unos tienen muchas vacaciones y otros muy pocas".

Es una vieja batalla de la patronal acabar con los puentes, trasladar tantos festivos como sea posible a lunes y evitar que se den semanas como esta, en la que muchas empresas ralentizan tanto su actividad que parece agosto o Navidad. Cada vez que el calendario pone el tema de actualidad, aparece algún representante empresarial reclamando el cambio. Para ellos es un verdadero golpe a la productividad. En cambio, no fue hasta el viernes 25 de noviembre que CEOE no remitió a los sindicatos su propuesta de modificación del calendario laboral. "Y lógicamente todavía no hay acuerdo", expone el portavoz de CC OO, Fernando Lezcano.

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Para los sindicatos este cambio no sería traumático. En un comunicado conjunto publicado hoy, UGT y CC OO se declaran dipuestos a hablar del tema. Pero también recuerda que "hasta la fecha no se ha iniciado ningún tipo de negociación al respecto". Además, los portavoces de ambas centrales recuerdan que en España el tiempo de trabajo no se contabiliza en día trabajados y festivos, sino por el número de horas que se trabajan al año (un cambio que data de la reforma laboral de 1993).

Aquí, el mito, la imagen ?tan extendida en Europa de que en España se trabaja poco se hunde. La jornada media que los españoles habían pactado en los convenios de 2009, último año con datos disponibles, era de 1.720 horas al año; los alemanes contabilizaban 1.655 horas. La comparación todavía es más desacertada si se toma otro de los dos países citados, Grecia (1.816), según los datos de la Fundación Europea para la Mejora de la Vida y Condiciones Laborales (Eurofound).

Pero los tópicos no bajan al detalle, se quedan con lo que apuntala el prejuicio, no aguardan al resultado final. En España, hay 14 días festivos al año, más que en cualquier otro lugar de Europa solo Chipre nos iguala en la Unión Europea, y para más inri, el siguiente de la lista es Portugal.

Desde UGT, Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical, cuando se les pregunta por esto, responde que ellos están dispuestos a cambiar esta costumbre tan española, pero que a los actores habituales de las mesas hay que sumar a la iglesia, que a la hora de cambiar festivos como el del próximo jueves (8 de diciembre) tiene mucho que decir de acuerdo al concordato que España y el Vaticano firmaron en 1976. Además, Lezcano reclama que la patronal se siente en este tema con una posición unificada. Duda el sindicalista que los establecimientos de hostelería y alojamientos compartan la posición de CEOE.

El argumento que se esgrime para cambiar el calendario laboral es que ahora se castiga a la productividad. En un artículo publicado este año en este diario, varios economistas apuntaban en esta línea: lo importante no es el calendario, ni el número de horas trabajadas, sino la productividad. "La productividad laboral es significativamente más elevada en mi país [en referencia a Alemania] que en España. Y este es el quid de la cuestión", afirmaba el economista alemán Jürgen Donges. En la misma línea apuntaba el profesor de Derecho de ESADE Jordi Fabregat: "Lo determinante es la productividad".

El investigador de Fedea, una fundación de estudios económicos de corte empresarial, Florentino Felgueroso incluso va más allá: "Hay una relación inversa entre las horas trabajadas y la productividad de los países". No le falta razón. Es precisamente en países como Francia o los países nórdicos donde mejor evoluciona la productividad, en los que las jornadas anuales son menores. "Es normal", analiza José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, "los países que tienen menos productividad tienen que trabajar más horas para compensar".

No obstante, no falta quien ha estudiado la productividad de cada día de la semana y concluye que los lunes son el peor día. "Esta idea está basada en otras similares que vienen aplicándose desde hace muchos años en Reino Unido y Estados Unidos, donde los estudios demuestran que los lunes por la mañana son el día más improductivo de la semana, seguido de los viernes por las tardes", apuntaba Roberto Rodríguez, director de la consultoría de negocios PFS, informa Aurora Muñoz.

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