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Bruselas advierte del riesgo de que la pandemia desemboque en una crisis social

Gentiloni pide evitar una “retirada prematura” de las medidas de apoyo a la economía

El comisario Paolo Gentiloni, durante una comparecencia en Bruselas.
El comisario Paolo Gentiloni, durante una comparecencia en Bruselas.Kenzo Tribouillard (AP)
Lluís Pellicer

Las nuevas oleadas de contagios truncaron el sueño de una recuperación rápida. Bruselas espera ahora que la depresión, que durará más tiempo de lo previsto, no mute en una crisis social. Y para ello, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha urgido a los países a no retirar los estímulos a sus economías antes de tiempo. “El impacto social está ahí. Las cifras oficiales de desempleo son malas, pero no tan malas como podríamos imaginar. Tenemos otros números, desde la caída del empleo entre los jóvenes o las mujeres, que nos dicen que el impacto social es mayor de lo que nos están indicando las tasas oficiales de desempleo”, afirmó el comisario en un acto por videoconferencia organizado por la Confederación Europea de Sindicatos.

Cuanto más avanza la pandemia, mayor es la certidumbre en la Comisión de que la recuperación no va a ser tan rápida como se preveía. Gentiloni recordó el “enorme éxito” en la aprobación de la vacuna. “De nuevo, este acceso no solucionará la situación en un corto periodo de pocas semanas. Sabemos que hay luz al final del túnel, pero no sabemos cómo de largo es ese túnel. Y puede llevar mucho tiempo”, lamentó el comisario.

El político italiano señaló que la UE debe intentar que la crisis no se cebe más en la ciudadanía, protegida por mallas de seguridad que van de los sistemas de protección temporal de empleo a las ayudas. El comisario consideró que la “reacción” de la UE, primero con el fondo SURE para preservar empleos y después con el fondo de recuperación, ha permitido “mitigar” en cierta forma ese impacto social.

No obstante, Gentiloni abogó por actuar a partir de ahora en tres direcciones: primero, abogó por mantener el apoyo fiscal a la economía europea por parte de las capitales; segundo, asegurar la calidad de los planes de recuperación y poner el foco en su “dimensión social”, que la presidencia de turno portuguesa se ha propuesto destacar, y tercero, la discusión sobre una política fiscal capaz de dar apoyo al “crecimiento” y a la “sostenibilidad”.

Las instituciones comunitarias, de hecho, comparten el sentimiento de urgencia ante los estragos de la crisis. El presidente del Eurogrupo, el irlandés Paschal Donohoe, enfatizó el pasado lunes ante el Parlamento Europeo su rechazo a una “retirada inmediata de los estímulos fiscales”. “Todos estamos de acuerdo en que nuestra prioridad inmediata es proteger y apoyar económicamente a nuestros ciudadanos, en particular a los más jóvenes y a los más expuestos a la crisis”, dijo.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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