Un fallo evita la explosión de una bomba colocada por ETA en la Bolsa de Bilbao

Según han informado fuentes de la Ertzainza, un fallo aún no determinado por los investigadores evitó que explotara el artefacto.

Las mismas fuentes, que anteriormente habían cifrado en 16 los kilos de explosivo colocados, han explicado que el artefacto contaba con un temporizador y estaba previsto que explotara a las once de la mañana, media hora después de que una llamada en nombre de ETA alertara a la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) de Vizcaya y al diario Gara de su colocación y diez minutos después de la hora que había anunciado el comunicante para su explosión.

Los expertos en desactivación de la Ertzaintza han logrado neutralizar el artefacto aproximadamente a las 13.15 horas, momento en el que han procedido a levantar el cordón policial que ha afectado a todos los alrededores del edificio, en la calle José María Olabarre.

Antes, durante la inspección del edificio, los perros de la Unidad de Desactivación de Explosivos han hallado un paquete sospechoso en el servicio de caballeros de la entreplanta, que se encuentra cerca de un depósito de gasóleo y un grupo electrógeno.

Por este motivo, la Ertzaintza ha desalojado también la estación central de Renfe en Bilbao, que recibe trenes tanto de cercanías como de largo recorrido, la del metro y la de FEVE, todas ellas situadas a menos de cincuenta metros de la Bolsa.

Asimismo, han sido abandonados los edificios cercanos a la Bolsa, como el de la Sociedad Bilbaína y los locales de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Opera, el casino de Bilbao y el que sirve de sede a las entidades financieras Banesto y BBK.

El acceso a la Bolsa ha estado cerrado durante varias horas más para facilitar el trabajo de investigación de los agentes de la Ertzaintza.

La seguridad en el edificio de la Bolsa

El edificio de la Bolsa sólo cuenta con accesos vigilados por un servicio de seguridad privada en las plantas superiores, donde están las oficinas, mientras que se puede entrar libremente a la planta baja, donde está el parqué de cotizaciones y donde se colocó el explosivo, y al sótano donde hay un salón de conferencias.

La actividad en la Bolsa, en la que trabajan unas cuarenta personas, comienza a las 8:30 de la mañana, pero no suele haber público hasta las 11, que es cuando habitualmente empiezan en el parqué las cotizaciones de los corros tradicionales de voceo, que fueron suspendidas.

Fuentes de dicho organismo han informado de que esta mañana un grupo de escolares había visitado la Bolsa de Bilbao y han abandonado el edificio minutos antes de que se produjera la llamada alertando de la colocación del explosivo.

Según han explicado las mismas fuentes, el conserje del edificio estaba "muy enfadado" por no haberse percatado de la entrada de los terroristas y han expuesto que, dado que este edificio permanece cerrado el fin de semana, la colocación del artefacto se ha tenido que producir a primera hora de esta mañana.

A pesar del atentado, "en ningún momento se paralizó la actividad bursátil, ya que el 99% de los movimientos se realizan a través de interconexiones por ordenador y sólo se vio afectado el 1% del mercado de valores que se realiza a viva voz".

Este es el primer atentado que sufre la Bolsa de Bilbao en sus 110 años de historia, aunque en alguna ocasión se han producido incidentes con grupos de manifestantes que han accedido al parqué.

Tras este suceso, la Bolsa estudiará la posibilidad de controlar el acceso al parqué, "con lo que perderemos libertad", han explicado desde la Bolsa. "En la Bolsa intervienen más de 6 millones de familias que tienen depositados sus ahorros, por lo que siempre ha estado abierta al público", han señalado.