Penas de entre ocho y 34 años de cárcel para los acusados en la Operación Temple
Las fugas de los presuntos narcotraficantes 'el Negro' y 'el Rubio' han marcado un macrojuicio contra el tráfico de cocaína
La Audiencia Nacional ha condenado con penas que oscilan entre los ocho y los 34 años de cárcel y multas hasta 416 millones de euros a 34 de los procesados en la denominada Operación Temple contra el tráfico de cocaína. La sentencia, que el tribunal ha dado a conocer hoy en lectura pública, absuelve a dos de los acusados en este juicio.
La mayor condena ha recaído sobre el arrepentido Alfonso León, quien ha sido condenado a 34 años de cárcel, lo que supone algo más de la mitad de los 60 años de prisión que pedía para él la fiscal.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha dado a conocer, en lectura pública, la sentencia de un caso que ha estado marcado por la fuga del principal imputado, el presunto narcotraficante Carlos Ruiz Santamaría, El Negro, que provocó la suspensión de los jueces que decretaron su excarcelación.
Estos tres magistrados -Carlos Cezón, Juan José López Ortega y Carlos Ollero- comenzaron a juzgar a los 37 procesados restantes, aunque a finales de enero decidieron abstenerse después de una querella presentada por la Fiscalía General del Estado contra ellos por prevaricación.
El juicio se retomó el pasado 4 de marzo, aunque con sólo 35 de los acusados, después de la fuga de José Manuel Rodríguez Sanisidro, El Rubio, poco antes de que se terminara la vista oral, y la retirada del proceso de otro de ellos por motivos de salud.
La fiscal adscrita al caso, Dolores Delgado, solicitaba 60 años de cárcel y 414,7 millones de euros de multa para el huido Santamaría y para Alfonso León. Las demás condenas oscilaban entre 14 y 50 años y 10 meses de cárcel, y multas de entre 12,02 y 414,7 millones de euros para los otros 35 procesados que se sentaron en el banquillo.
1.000 kilos de 'coca' al día
Desde antes de julio de 1999 operaba en España un grupo de ciudadanos españoles y colombianos dedicado al transporte de ingentes cantidades de cocaína para su posterior distribución en España, Reino Unido e Italia. Esta organización se hallaba integrada en otra, cuyo centro de operaciones se encontraba en Colombia. En total se ha cifrado en 52.000 kilos de droga los que la red pudo distribuir desde el comienzo de sus actividades, al haberse calculado que introducía unos 1.000 kilos cada quince días.
