Detenido en Bagdad el guarda que debía proteger la casa del sargento Bernal

La policía iraquí mantiene detenido al guardián de la casa del sargento José Antonio Bernal, asesinado el pasado jueves en Bagdad, según han informado hoy fuentes policiales a la agencia Efe. Los agentes lo han arrestado en calidad de testigo, aunque el hecho de que abandonara su puesto un cuarto de hora antes del crimen le convierte en sospechoso.

El coronel Sabah Fahed, jefe de la comisaría central del barrio de Karkh (la mitad oeste de Bagdad) ha afirmado además que la policía no protegía la casa de Bernal porque "la embajada nunca nos informó de que allí viviera un diplomático". Fahed ha designado a dos oficiales que, con la ayuda de varios asistentes, están estudiando exhaustivamente este caso, al que la policía otorga la máxima prioridad "por ser una personalidad importante" y ha augurado que obtendrán resultados en "cinco o siete días".

Desde España, la ministra de Exteriores, Ana Palacio, ha explicado esta mañana que el análisis provisional del asesinato "indica que evidentemente fueron a por él". En declaraciones a Onda Cero, Palacio ha asegurado que el crimen fue premeditado y podría haberse evitado si se hubiera reducido el tiempo de relevo entre los guardias encargados de la protección. Según la ministra de Exteriores, "si no se hubiera producido esa distancia entre el de la noche y el de la mañana las cosas habrían sido distintas".

Finalmente, la ministra ha asegurado que la seguridad en territorio iraquí "está en permanente revisión, ampliación, apuntalamiento y evolución", si bien ha admitido que este tipo de sucesos "nos tienen que hacer cambiar, modificar, apuntalar y colmar todos los huecos por donde se pueda introducir el peligro". Bernal, sargento primero del Ejército, ha sido enterrado esta mañana en el cementerio Sur de Madrid en una ceremonia privada a la que han asistido centenares de amigos, familiares y vecinos.

Investigación en marcha

Ayer el director del Centro Nacional de Inteligencia, Jorge Dezcaller, decidió enviar un equipo de expertos para investigar la muerte. Fuentes próximas al CNI admiten la dificultad para aclarar el crimen en una situación tan caótica como la que se vive en la capital iraquí pero consideran imprescindible determinar qué sucedió para que pueda repetirse un suceso similar.

Bernal, que llevaba dos años en Irak, era el auxiliar del agregado titular del CNI en la representación diplomática española. Como agente auxiliar, el sargento primero era el responsable de transmisiones de la célula del CNI en Bagdad, que utiliza sus propios sistemas cifrados de comunicación, independientes de los de la embajada.