La policía francesa detiene al presunto responsable del aparato internacional de ETA
Los agentes han capturado también a José Manuel Ugartemendía Isasa y se han incautado de una pistola y documentación falsa
La policía francesa ha detenido hoy a dos presuntos miembros de la organización terrorista ETA, según han informado fuentes de la investigación. Uno de los arrestados es Peio Eskisabel Urtuzaga, apodado Xerpa, al que la policía considera el lugarteniente del máximo dirigente etarra hasta su detención el año pasado, Mikel Antza, e incluso su sucesor en la directiva de la organización. El ministro de Interior, José Antonio Alonso, ha comparecido esta tarde ante los medios y ha señalado que se trata del presunto jefe del aparato internacional de ETA.
Según ha explicado Alonso, Eskisabel Urtuzaga es "un miembro notable" de ETA que en la actualidad estaba "integrando puestos importantes en la estructura militar" (los comandos) de la organización. La identidad del otro detenido corresponde a José Manuel Ugartemendía Isasa, apodado Manu, según han informado esta tarde fuentes de la lucha antiterrorista. La policía sospecha que Ugartemendía se integró en ETA en 1987 y realizó labores de captación para la organización durante los años 90, antes de huir en 2001 a Francia.
La documentación que se ha incautado la policía indica que los dos detenidos planeaban atentar contra objetivos en la costa mediterránea y en la zona centro de la península. Sin embargo, se trata de información muy poco elaborada y genérica sobre instalaciones y edificios en esas áreas.
Los presuntos etarras han sido arrestados esta mañana cerca de la localidad de Caussade (en el departamento francés de Tarn y Garona), a unos 70 kilómetros al norte de Toulouse. Hace dos días acudieron a una lavandería pública de tipo autoservicio, en la que se limpia la ropa en lavadoras que funcionan con monedas. Allí se olvidaron una bolsa, que encontró otro cliente y dejó en la oficina municipal de objetos perdidos; los empleados inspeccionaron la bolsa en busca de algún papel que identificara a su propietario, y encontraron, junto a ropa, una pistola con el anagrama de ETA y documentación falsa (con una fotografía de Eskisabel Urtuzaga). Avisaron entonces a la Gendarmería local.
La División Nacional Antiterrorista de la Policía Judicial estableció un dispositivo de vigilancia por si los individuos reclamaban sus pertrechos; hoy, dos días después, una persona no identificada ha llamado a primera hora preguntando si la bolsa estaba allí, y al decírsele que sí ha avisado de que iría más tarde a recogerla. A media mañana se han presentado dos individuos en un coche; uno de ellos se ha apeado y ha entrado en el local a recoger la bolsa, momento en el que ambos han sido detenidos.
Peio Eskisabel Urtuzaga fue policía municipal de Lasarte. En los últimos años era considerado un estrecho colaborador de Mikel Albizu Iriarte, apodado Mikel Antza, que fue arrestado el pasado 3 de octubre. Eskisabel ha desempeñado desde mediados de los años 90 funciones de responsabilidad en el aparato internacional (según ha confirmado Alonso hoy, como número uno), dedicado a labores de extorsión, operaciones de compra de armamento, etcétera. Eskisabel Urtuzaga estuvo a punto de ser detenido en la localidad francesa de Bagneres de Bigorre en el curso de una operación contra el aparato logístico de ETA; sin embargo, abandonó una vivienda en la que guardaba mochilas con explosivos apenas unas horas antes de la llegada de la policía.
Mikel Antza fue arrestado en la localidad francesa de Salies-de-Béarn junto a su compañera, la también presunta etarra Soledad Iparraguirre, apodada Amboto. Antza ha sido el dirigente de ETA que más tiempo ha estado al frente de la banda terrorista, a cuya cúpula accedió tras la detención de los principales jefes en Bidart en 1992. Desde la dirección de la banda etarra impulsó una estrategia de desbordamiento del Estado, usando el terror para romper la unidad de los demócratas en el País Vasco. Además de su largo mandato como autoridad intelectual de la banda, hay otro dato en su biografía que le otorgó prestigio interno desde un principio. Preparó y protagonizó la fuga de la cárcel de Martutene (San Sebastián) de Joseba Sarrionaindia y de Iñaki Pikabea, que cumplían condenas de 22 y 33 años respectivamente, escondiéndoles en el interior de los bafles utilizados en el concierto que dio en la prisión el cantante Imanol en 1985.
