Mas insta a Maragall a adelantar las elecciones ante la crisis de "credibilidad" del Gobierno

Pasqual Maragall y el Partit dels Socialistes (PSC) han escenificado hoy la recuperación de la sintonía tras la frustrada remodelación del Gobierno que pretendía acometer el presidente catalán. Los diputados socialistas han hecho piña con Maragall para defender la labor del Ejecutivo tripartito (PSC, ERC e ICV) ante las críticas del PPC y CiU, cuyos líderes han solicitado la dimisión del presidente y elecciones anticipadas, respectivamente.

Durante la segunda sesión del debate de Política General de Cataluña, Maragall ha asumido un error de formas con su partido al decidir por su cuenta la remodelación, y ha escenificado en el Parlament, junto al portavoz parlamentario del PSC, Miquel Iceta, un clima de sintonía con halagos mutuos. En este ambiente de aparente concordia, los grupos que sustentan al gobierno (PSC, ERC e ICV-EUiA) han consensuado el 80% del texto de las propuestas de resolución que mañana serán votadas al finalizar el debate, y entre las que figura una de apoyo al Ejecutivo tras la aplazada remodelación.

La sesión de hoy del debate ha comenzado con la intervención del conseller primer, Josep Bargalló, quien ha pedido que se mantenga la unidad que hizo posible aprobar el Estatuto en su defensa en las Cortes Generales. Bargalló ha dicho que el Gobierno "está plenamente cohesionado" y que no hay discrepancias entre sus miembros y el presidente por lo que respecta a lo fundamental, el cumplimiento del Pacto del Tinell, donde se acordó la actual composición del Ejecutivo regional. Por contra, el líder de CiU, Artur Mas, ha querido hurgar en la herida al asegurar que dicho pacto es la "semilla" que ha conducido a la actual crisis gubernamental, ya que sus "defectos de fábrica" han acabado provocando el choque entre Pasqual Maragall y el tripartito.

Elecciones anticipadas y dimisión

Así, Mas ha retado a Maragall a convocar elecciones anticipadas en Cataluña para escapar de la crisis de "credibilidad" y "desconfianza" y defender con la "fuerza necesaria" el Estatuto en Madrid, idea que el presidente catalán ha rechazado. Maragall ha rebatido las criticas de CiU recordando que su antecesor en el cargo, Jordi Pujol, acometió hasta 23 crisis, una por cada año de mandato.

El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, ha advertido a Maragall que su partido rechazará cambios en la Generalitat que supongan una variación del Pacto del Tinell que no esté previamente acordada y le ha aconsejado obrar con "prudencia y calma". Maragall le ha garantizado que no habrá "movimientos bruscos", pero sí "movimientos pensados", al frente del Ejecutivo catalán. Su otro socio de gobierno, ICV-EA, le ha pedido "decidir juntos" la remodelación y "mejorar" la coordinación del "entorno de Presidencia" y de su política comunicativa.

Los dardos también le han llegado a Maragall desde las filas del PP catalán. Su líder, Josep Piqué, le ha exigido que dimita para que otra persona del PSC le suceda. Piqué ha tildado a Maragall de presidente "cansado" y "aburrido", a lo que éste ha respondido que "puedo estar cansado, pero usted no sé cómo debe estar, porque con la cara que trae hoy (...) La perdigonada no es propia del jefe de un grupo del Parlament".