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El 60% de los gibraltareños respalda la nueva Constitución

El ministro principal, Peter Caruana afirma que el texto, que sustituye al de 1969, "deja ya en la historia las características coloniales"

El 60,2% de los gibraltareños ha dado su apoyo a la reforma de la Constitución de la colonia, de 1969, para incrementar la autonomía de las autoridades del Peñón respecto al Reino Unido, según los datos oficiales ofrecidos por la Oficina del Referéndum. En la consulta -considerada por las autoridades gibraltareñas como un ejercicio del derecho a la autodeterminación, aunque se mantenga la soberanía británica-, han participado un total de 12.117 personas, el 60,4% de las 20.000 con derecho a voto.

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El respaldo de la población al nuevo texto garantiza, según el ministro principal, Peter Caruana, la soberanía británica y "deja ya en la historia las características coloniales" de la relación con el Reino Unido. Caruana ha destacado a los periodistas el "éxito" de un texto que crea una relación "moderna y madura" con el Reino Unido, "sin tocar la soberanía británica, ni afectar a aquellos supuestos derechos que reclama a España".

Un total de 7.299 gibraltareños han votado a favor del nuevo texto constitucional, mientras que 4.574 (el 37,75%) han votado en contra. Según los datos comparativos ofrecidos por las autoridades locales a lo largo de todo el día de ayer, se trata de una de las participaciones más bajas registradas en la colonia. A falta de dos horas para el cierre de las mesas electorales, la participación se situaba 29 puntos por debajo de la registrada a la misma hora en 2002, cuando en la colonia se celebró el último referéndum. Las doce mesas electorales instaladas en el Peñón estuvieron abiertas entre las 9.00 y las 22.00 de ayer, sin que se registrara ningún incidente.

"Bueno para el progreso" Los ciudadanos del Peñón han votado a favor de la reforma de la Constitución de 1969 para contar con mayor autogobierno y limitar las competencias del Gobernador nombrado por la Corona británica, aunque siempre bajo la soberanía del Reino Unido y respetando el Tratado de Utrecht. Los líderes políticos locales interpretan la consulta como un ejercicio del derecho a la autodeterminación, frase que se ha impreso en las papeletas en las que debe tachar una casilla con el si o el no al nuevo texto constitucional.

Las autoridades del Peñón, con Caruana a la cabeza, habían hecho en los últimos días reiterados llamamientos para que los gibraltareños acudiesen a votar un texto que, según sus palabras, "es bueno para su progreso". El líder de la oposición, Joe Bossano, no quiso revelar el sentido de su voto y, tras acercarse a su colegio electoral, consideró que el referéndum se había hecho "malamente", ya que no se había explicado a los ciudadanos "si en realidad estamos ante un proceso de descolonización".

Desde Madrid, el portavoz de Asuntos Exteriores del PP en el Congreso, Gustavo de Arístegui, criticó que el Gobierno español permitiera celebrar en la colonia un referéndum que, dijo, reconoce el derecho de autodeterminación de Gibraltar y dará siempre "una excusa" al Reino Unido para bloquear cualquier avance en las negociaciones sobre la soberanía del Peñón, dado que a ello se opondría la opinión pública gibraltareña.

EFE

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