_
_
_
_
_

Naomi Campbell, condenada a cinco días de trabajos comunitarios por agredir a una empleada

La modelo tendrá además que pagar una multa y asistir a un cursillo para controlar los accesos de ira

La modelo británica Naomi Campbell se ha declarado hoy culpable ante un juez neoyorquino de haber lanzado un teléfono móvil a su ex empleada Ana Scolavino durante una disputa por unos pantalones vaqueros en su apartamento de Manhattan. El aparato golpeó a Scolavino en la nuca y fue necesario darle cuatro puntos de sutura para cerrar la herida provocada por el impacto. La top model ha asegurado, no obstante, que no tenía intención de lastimarla, de acuerdo con medios locales. Campbell, conocida por su mal carácter, ha sido condenada a cinco días de trabajos comunitarios, a pagar una multa de 363.32 dólares (unos 280 euros) y a asistir a un cursillo para controlar los accesos de cólera.

Más información
El genio de Naomi Campbell no se aplaca

Scolavino, de origen chileno, denunció en marzo pasado a su famosa jefa y le acusó de haberle lanzado un teléfono a la cabeza. La causa de la airada reacción fue que la asistenta no podía hallar de inmediato unos pantalones vaqueros que pedía Campbell.

En noviembre pasado se conoció que la súper modelo negociaba un acuerdo con la fiscalía para aceptar su culpabilidad por un delito menor y evitar así el juicio y una posible condena que podía llegar hasta los siete años de cárcel.

Junto a la declaración de culpabilidad, la modelo ha aceptado abonar los gastos médicos por un total de 363 dólares a la ex empleada, hacer servicios comunitarios durante cinco días y asistir a unas sesiones de terapia para controlar la ira.

No es la primera ocasión en que Campbell, de 36 años, es acusada de maltratar o atacar a empleados. Uno de ellos, Gaby Gibson, de origen rumano, la denunció el pasado año por presuntas burlas e insultos a causa de su pobre manejo del inglés. La propia Campbell ha atribuido sus habituales arrebatos de cólera al resentimiento acumulado por ser abandonada por su padre cuando era una niña.

REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_