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Los sobrinos de Belhadj, supuesto ideólogo del 11-M, niegan que su tío fuera miembro de Al Qaeda

Mohamed y Brahin Moussaten afirman haber recibido amenazas y malos tratos por parte de la Policía

Mohamed y Brahim Moussaten, sobrinos del presunto ideólogo del 11-M Youssef Belhadj que se sientan como él en el banquillo de los acusados, han alegado haber sufrido malos tratos y amenazas por parte de la Policía para justificar que durante la instrucción del sumario asegurasen que su tío había dicho que "le parecía poco" lo que había pasado en Madrid. Ambos sólo han accedido a contestar a las preguntas de sus abogados y tras condenar "rotundamente" los atentados de Madrid han desmentido lo declarado a la Policía sobre su tío Belhadj.

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El primero en declarar ha sido Mohamed Moussaten quien ha señalado que "todo lo que he dicho de mi tío ha sido a raíz de las amenazas y los malos tratos de la Policía. Me dijeron: tienes que declarar así, así y así", ha asegurado Moussaten.

Mohamed, que fue detenido el 1 de febrero de 2005, mismo día en que su tío fue arrestado en Bélgica, y posteriormente puesto en libertad, ha contado que el día de su arresto cuatro personas acudieron a buscarlo a su casa, se lo llevaron y lo tuvieron durante cuatro días encerrado, tiempo en el que le pegaron y le amenazaron, tanto a él como a su familia, que también fue detenida.

Esta versión niega la declaración que sostuvo ante la Policía, ante el juez y ante su propio tío en un careo, cuando señaló que su tío le había dicho que era miembro de Al Qaeda, que recaudaba dinero para la yihad, que le había hecho comentarios de carácter radical como que los hombres de verdad tienen que hacer la yihad y juntos habían visionado cintas de combates y ejecuciones.

"No tengo nada que esconder"

Por su parte, Brahim Moussaten ha señalado en referencia a su tío, que "si supiera que alguien de mi familia estuviera implicado dejaría de ser mi familia". Brahim, quien se enfrenta a una petición del fiscal de seis años de cárcel y que sólo ha aceptado contestar a las preguntas de su defensa, ha manifestado que se sometió voluntariamente a las pruebas de ADN y caligráficas que le requirió el juez instructor, Juan del Olmo, "porque no tengo nada que esconder".

En este sentido, ha sostenido que las declaraciones que hizo sobre su tío y su supuesta relación con Al Qaeda ante la Policía las hizo bajo amenazas y ha asegurado que un policía marroquí encapuchado le amenazó con enviarle a Marruecos para cortarle las manos. Respecto a su relación con el huido del piso de Leganés Mohamed Afalah, quien supuestamente murió después en un ataque suicida a Irak, ha destacado que "no tenía sospecha de que tuviera que ver con los atentados" porque, de haberlo sabido, su hermano Mohamed no le hubiera dado el teléfono de su tío, presunto portavoz de Al Qaeda en Europa que bajo el alías de Abu Dujana reivindicó encapuchado los atentados del 11-M en un vídeo encontrado cerca de la mezquita de la M-30.

Brahim Moussante ha negado además haber escuchado a Belhadj hablar de la conveniencia de hacer actos terroristas y de la necesidad de ir a luchar a Irak y ha asegurado que no conocía a nadie llamado Abu Dujana. También ha rechazado haber estado en la finca de Chichón o en el piso en el que se suicidaron siete presuntos responsables del 11-M, de los que ha dicho no conocía a ninguno.

Tensiones entre las víctimas y los acusados

Por otra parte, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, ha aconsejado a dos acusados en la llamada trama asturiana de los explosivos, Antonio Iván Reiss y Sergio Álvarez, ambos en libertad, que eviten situaciones de tensión con las víctimas que asisten a la vista oral. Según han informado fuentes jurídicas, Gómez Bermúdez ha hecho esta recomendación a Reiss y a Álvarez, a los que llamó a su despacho en el receso de las 18.00 horas, después de que la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón, denunciara verbalmente ante el tribunal un episodio tenso entre una de las víctimas que asisten al juicio y uno de estos dos acusados.

Las fuentes consultadas han relatado que este incidente se gestó el pasado miércoles en la sala de vistas cuando uno de los acusados y una víctima cruzaron en un momento determinado sus miradas y ambos lo malinterpretaron. Posteriormente, y a la salida del juicio, el incidente se trasladó al metro, donde a veces coinciden víctimas y algunos de los once acusados en libertad provisional, como Reiss y Álvarez, quienes se enfrentan a una petición de la fiscal de ocho años de cárcel para cada uno por asociación ilícita y suministro de explosivos.

Uno de los sobrinos del presunto ideólogo del 11-M Youssef Belhadj, Mohamed Moussaten, ha declarado haber recibido amenazadas de la Policía durante su detención.
Uno de los sobrinos del presunto ideólogo del 11-M Youssef Belhadj, Mohamed Moussaten, ha declarado haber recibido amenazadas de la Policía durante su detención.REUTERS
Uno de los sobrinos del presunto ideólogo del 11-M Youssef Belhadj, Brahim Moussaten, durante su declaración.
Uno de los sobrinos del presunto ideólogo del 11-M Youssef Belhadj, Brahim Moussaten, durante su declaración.REUTERS

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