George Clooney logra parar las obras cerca de su villa italiana
La estrella de Hollywood ha encabezado una lista de vecinos que pedían la suspensión de los trabajos en el casco antiguo de Laglio, donde el actor tiene una mansión
George Clooney ha liderando las protestas de los residentes del pequeño pueblo de Laglio, en las orillas del Lago di Como, en el norte de Italia y ha logrado que éstas indujeran el alcalde a suspender las obras de recalificación que hubieran amenazado los alrededores de la villa del actor.
El actor, de 46 años, incluyó su firma junto a la de otros vecinos de la localidad en una campaña para oponerse al proyecto de urbanización de la zona y envió una carta a su amigo, el alcalde, Giuseppe Mantero, para "invitarle a reflexionar" antes de ejecutar el proyecto, informaron los medios locales.
El alcalde: Me hizo reflexionar
El alcalde convocó hoy a la junta municipal en la que se anuló el proyecto, tras la que Mantero indicó que la intervención del actor le hizo "reflexionar" y que no quiso insistir en decisiones que "levantaban las críticas" de sus conciudadanos.
El proyecto de urbanización, con un presupuesto de 12 millones de euros, preveía la construcción de un sistema de pasarelas colgantes en un espacio de 1.200 metros de una zona de la localidad poco utilizada por sus habitantes, además de un aparcamiento con ascensores que llegarían al lago.
Clooney, citado ayer por la prensa local, señaló que no quiere que su presencia moleste a los habitantes de la localidad, "obligados a sufrir recalificaciones urbanísticas que surgen probablemente para explotar" su imagen.El actor transcurre entre tres y cuatro meses al año en su Villa Oleandra, para preparar sus películas y descansar.
Desde siempre ricos y famosos han considerado que el lago de cómo es el lugar perfecto para disfrutar del aire de montaña, de vistas espectaculares y de un buen retiro. Tal es la demanda de villas que casi ninguna está a la venta ya. Cuando Clooney compró Villa Oleandra, de doce dormitorios, por 10 millones de dólares en 2002, las casas aledañas triplicaron su precio.
