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45 millones de euros y 12 años en obras

Concluye la obra de reforma del Casón del Buen Retiro, que ha quintuplicado su presupuesto inicial

45 millones de euros, 22 restauradores y 55.000 horas de trabajo han sido necesario para contemplar restaurado el Casón del Buen Retiro tras 12 años de obras. El presupuesto inicial era de 8.717.000 euros, por lo que la cuenta final se ha visto quintuplicada. El edificio, futura sede del Centro de Estudios del Museo del Prado, atesora la bóveda Alegoría del Toisón, pintada por Luca Giordano (1634-1705) y cuya conservación ha sido la razón principal para que este edificio haya perdurado a lo largo de la historia.

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Fin de obra 12 años después

Cesar López, secretario técnico de Gerencia e Infraestructuras del Ministerio de Cultura, ha recordado durante la presentación de las obras que cuando se empezó su ejecución se descubrió una fisura en la bóveda. "Durante un año se trabajó en el estudio de la solución que se llevaría a cabo. Hubo que hacer un proyecto reformado que suponía un 241% sobre el presupuesto primitivo". A partir de julio de 2004 se produjo un cambio de óptica respecto al uso del Casón, en el que inicialmente estaba previsto colgar las colecciones de pintura del siglo XIX del Prado.

"Su nuevo destino como Centro de Estudios requirió que se redactase un nuevo proyecto que hizo que los plazos se retrasasen", ha afirmado López, quien ha comentado que sólo decidir la iluminación de la bóveda llevó seis meses. El arquitecto Jaime Tarruell, autor y director del proyecto, ha sido uno de los que más han sufrido los sucesivos problemas y cambios: "Para preservar la bóveda hemos tenido que trabajar con el edificio en el aire, sin que se haya abierto una sola fisura y sin que se produjera ningún accidente laboral, algo que puede ocurrir en una obra tan compleja como ésta. Se inició la casa por el tejado y después se rehabilitaron los contornos, pero se vio que las necesidades no se cubrían".

Lo que dio inicio a una larga historia de cambios. Por ello, y aunque estos cambios se intentaron encajar en el proyecto inicial, "mucho de este proyecto se fue quedando en el guión. Además, ha habido que volver atrás en muchos momentos", ha comentado, para añadir que se ha hecho un edificio con todas las exigencias técnicas del siglo XXI. Uno de los cambios producidos en este largo proceso ha sido el pasar de tres a dos niveles bajo tierra "or razones que no competen al arquitecto, "ya que estructuralmente se podían haber hecho tres niveles", ha comentado Tarruell, quien ha bromeado con el hecho de que ha pasado por el mandato como ministros de Cultura de Carmen Alborch, Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Pilar del Castillo, Carmen Calvo y

Cesar Antonio Molina, "además de cuatro presidentes de Patronato y cinco directores del museo".

Sobre el controvertido problema de las aguas que pueden perjudicar la estructura del Casón, ha considerado que se trata "de un mito. El edificio está al lado del parque y por ello existen aguas naturales, pero lo que no hay es el famoso lago subterráneo", ha afirmado el arquitecto, que ha aprovechado la reunión del Patronato celebrada hoy para pedirle al alcalde Alberto Ruiz Gallardón que quite las plazas de aparcamiento de la calle Felipe IV, ponga aceras dobles y se planten castaños en esta calle hasta el Retiro.

César Antonio Molina, Alberto Ruiz-Gallardón y otras personalidades observan el interior del palacio.
César Antonio Molina, Alberto Ruiz-Gallardón y otras personalidades observan el interior del palacio.EFE
Una de las fachadas del Casón del Buen Retiro, el pasado viernes.
Una de las fachadas del Casón del Buen Retiro, el pasado viernes.BERNARDO PÉREZ

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