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Un año difícil para la Casa Real

La separación de los Duques de Lugo se suma a la muerte de la hermana pequeña de la princesa Letizia, Érika Ortiz el pasado febrero

Como todas las familias, los Borbones no están libres de vicisitudes domésticas. El anuncio del "cese temporal de la convivencia" entre la Infanta Elena y Jaime de Marichalar ensombrece el ya delicado 2007 de la Casa Real española, que el pasado febrero tuvo que superar el duro golpe que supuso la muerte de la hermana menor de la princesa Letizia, Érika Ortiz Rocasolano.

La posible crisis matrimonial de los duques de Lugo ha acechado durante los últimos meses al equilibrio familiar de la Casa del Rey, que, no obstante, no habla de separación sino de "cese temporal de la convivencia", lo que en ningún caso tiene por qué ser "definitivo". Sin embargo, los reiterados intentos de contener los rumores -la infanta y Marichalar se han dejado ver juntos con más frecuencia de lo acostumbrado- no han impedido que la verdad salga finalmente a la luz.

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Pero sin duda, el momento más doloroso de 2007 ha sido el fallecimiento de Érika Ortiz Rocasolano, la hermana de la princesa de Asturias, el pasado 7 de febrero, con tan sólo 31 años y madre de una niña de 6. Letizia Ortiz, que atravesaba su sexto mes de gestación, preocupó a toda la familia, ya que el embarazo de la infanta Sofía presentó mayores dificultades que el primero.

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