_
_
_
_
_

Exhumado en Lugo 70 años después el cuerpo del comandante Moreno

Jefe del batallón Galicia durante la Guerra Civil, fue capturado y asesinado por falangistas

Setenta años después de ser ajusticiado por los falangistas en A Fonsagrada (Lugo) cuando regresaba del frente de Asturias para reencontrarse con sus compañeros de la CNG, el cuerpo del comandante José Moreno Torres, jefe del batallón Galicia ha sido exhumado hoy en el alto de O Acebo.

Más información
La Justicia obliga a los Franco a dejar inspeccionar el Pazo de Meirás

Aunque los expertos en ADN todavía tienen que hacer su trabajo, el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Santiago Macías, afirma que todas las evidencias encontradas en la fosa apuntan a que se trata del comandante Moreno. Con la colaboración de vecinos y ex combatientes, la asociación ha localizado ya tres fosas de las que se han exhumado 11 cadáveres del batallón Galicia. Desde hoy, en O Acebo se trabaja para localizar otros dos cuerpos que, según algunos testigos, fueron depositados en la misma fosa que Moreno.

Con viento gélido y temperaturas de 0 grados, los miembros de la ARMH han hecho su trabajo, auxiliados por una retroexcavadora del Ayuntamiento de A Fonsagrada y personal de Protección Civil de este municipio; aunque las excavaciones se realizan, por escasos metros, ya en territorio asturiano, en el margen derecho de la carretera de Grandas de Salime a Lugo, casi pegados a la zona de asfalto que pronto será objeto de una ampliación, que habría arrasado con los restos óseos de este grupo de republicanos de no haber mediado la intervención de esta asociación.

29 de octubre de 1937

Hasta el lugar se acercaron muchos vecinos de la zona que recuerdan el trágico episodio del 29 de octubre de 1937, cuando la gente del batallón Galicia deambulaba por los montes de O Acebo camino de A Coruña, para exiliarse desde allí a un lugar donde no fuera delito ser republicano.

A la zona se acercó también Braulio, uno de los hombres que ayudó a enterrarlos. "Vine obligado, como vino toda la parroquia, casi no teníamos herramientas", cuenta quien por entonces sólo era un niño. Sí recuerda que Moreno y los suyos pasaron en O Acebo quince días "comiendo castañas, mojados y durmiendo a la intemperie" hasta que se acercaron a un domicilio particular a pedir comida y fueron sorprendidos por los falangistas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_