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El Sermas, condenado por una infección hospitalaria que provocó la muerte de 11 pacientes

El Servicio Madrileño de Salud deberá pagar 50.000 euros por no haber adoptado todas las medidas de limpieza exigibles en el Hospital Clínico

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha condenado al Sermas al pagar 50.000 euros por no haber adoptado todas las medidas de limpieza exigibles en la asistencia prestada a la paciente R.B.C. en el Hospital Clínico, que ocasionaron su muerte y la de otros diez enfermos por una infección hospitalaria.

La asociación el Defensor del Paciente ha informado hoy en un comunicado de que todas estas muertes, registradas durante el mes de abril de 2002, fueron causadas por una septicemia (infección hospitalaria) y que podrían haber sido evitadas con las medidas adecuadas de asepsia por parte del Clínico San Carlos de Madrid.

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Según ha explicado la asociación, el 2 de marzo de 2002 R.B.C. acudió al Servicio de Urgencias de este hospital al haber sufrido un golpe en la cabeza tras una caída. Cuando la paciente llegó al centro acompañada de su hija -la ahora reclamante-, se encontró una "situación lamentable": la sala de espera colapsada de gente e incluso con pacientes recibiendo transfusiones de sanguíneas en dichas condiciones.

Seis años después

En el curso de su estancia hospitalaria se identificaron diversas bacterias de origen nosocomial u hospitalario en su organismo tales como: Streptococo pneumoniae o Staphilococos Aureus, entre otros. El 13 de marzo su situación obligó a ingresarla en la UCI, donde las medidas de asepsia eran "inexistentes, ya que se pasaba a dicha unidad sin guantes, mascarilla o bata, ni se advertía a las visitas de la imposibilidad de tocar a los pacientes", según eza la sentencia.

Cada vez que R.B.C. y los otros diez pacientes afectados por las mismas bacterias hospitalarias conseguían experimentar una leve mejoría, sufrían una nueva infección que originaban daños importantes a sus órganos vitales. De este modo, la paciente falleció el 16 de abril de 2002 debido a un proceso infeccioso (Stafilococo Aureus Meticilin Resistente) provocado por una inaceptable diversidad de gérmenes hospitalarios.

La sentencia basa el fallo en el hecho de que "resulta suficientemente acreditada la superación de una tasa que puede considerarse normal en el hospital" y tal situación pone de manifiesto "un evidente exceso de infecciones hospitalarias en relación a las tasas inevitables que hay en todo hospital". La presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, ha asegurado que esta sentencia pone de manifiesto la "insuficiencia de infraestructuras necesarias para evitar brotes hospitalarios, sin que se hayan tomado medidas por parte de las autoridades sanitarias". Para Flores, "es triste que ahora, 6 años después, el resto de familias se enteren que sus familiares murieron por una hecho que es totalmente denunciable, pues muchas familias que pierden a un ser querido por una infección hospitalaria desconocen que la Ley les ampara".

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