Coslada exige un colector en la M-45 hacia el río Jarama para evitar más inundaciones
El consejero de Infraestructuras dice que esta circunvalación está "perfectamente finalizada" y subraya que la A-3 sí tuvo problemas con el agua
El pleno del Ayuntamiento de Coslada ha aprobado hoy una moción consensuada por todos los grupos en la que se exige a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de la capital la instalación de un colector de aguas pluviales en la margen de la M-45 que desemboque en el río Jarama, como solución a las riadas. Frente a los que culpan a la carretera de circunvalación, el consejero de Transportes e Infraestructuras, José Ignacio Echevarría, ha defendido que es una obra que está "perfectamente finalizada". En todo caso, la moción no ha gustado a los vecinos de la barriada Santiago-Vicálvaro, que se han mostrado "indignados" porque nadie resuelve de forma inmediata el riesgo de inundaciones. Han sufrido dos en menos de 20 días.
En la sesión plenaria, los grupos políticos han aprobado otras medidas complementarias, entre ellas un requerimiento a la Comunidad de Madrid para que cree un fondo económico destinado a paliar el drama de muchas familias que residen en la zona de la Cañada Real y que han perdido todos sus enseres. También han pedido al Gobierno regional y al Ayuntamiento de Madrid que elaboren informes técnicos que aclaren el origen de las riadas. La corporación se ha comprometido a modificar los presupuestos municipales para crear una partida dirigida a los damnificados, mientras llegan otro tipo de ayudas procedentes de la solicitada declaración de zona catastrófica y del consorcio de seguros. También crearán una partida en los próximos presupuestos municipales para el mantenimiento de la red de saneamiento integral del municipio y la mejora de la red de colectores.
El objetivo de estas medidas es, como han señalado todos los grupos políticos en el pleno, no sólo resolver el problema acuciante que sufren los vecinos del barrio Santiago-Vicálvaro, sino también el de otros ciudadanos de Coslada a los que se les inundaron garajes y locales comerciales a causa de las intensas precipitaciones registradas el 22 de septiembre. El alcalde, Ángel Viveros, del PSOE, ha criticado al Ayuntamiento de Madrid "porque lo único que ha hecho, hasta ahora, es escurrir el bulto". También ha criticado la decisión adoptada por el Gobierno regional de instalar bombas móviles de achique de agua en la zona de la M-45 y los nuevos desarrollos urbanísticos del entorno para evitar más riadas en las viviendas de la Cañada Real y el resto del barrio de Santiago-Vicálvaro.
La Cañada y las urbanizaciones nuevas
"El problema es adónde se va a llevar ese agua que se achique, porque o discurre por la Cañada o ahogamos a San Fernando de Henares. Las bombas no son una solución de emergencia porque no garantizan nada", ha dicho el primer edil. Viveros tampoco coincide con el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, en la argumentación de que son los ayuntamientos los que deben instalar los nuevos colectores. "No es un asunto municipal, es un asunto supramunicial y la única solución urgente es que todas las aguas de la M-45 y de todos los desarrollos urbanísticos se controlen mediante un colector en la margen de la M-45", ha manifestado. El alcalde no ha descartado que el Ayuntamiento acuda a los tribunales de justicia si, al final, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid eluden el problema "porque si no hay soluciones" estará "con los vecinos donde haya que estar". Los vecinos no han descartado continuar con los cortes de tráfico en la M-45 y han coincidido con el alcalde en que las bombas móviles "no son la solución", ha indicado el presidente de la asociación Galiana, Juan Bravo.
Por su parte, Echevarría ha asegurado que la M-45 -competencia de la comunidad de Madrid- es una obra que está "perfectamente finalizada" y que, por lo tanto, no pudo contribuir a las riadas que se produjeron el fin de semana en Coslada y Rivas, a diferencia de la carretera de Valencia (A-3) -competencia de Fomento- que, según ha indicado, sí que tuvo problemas con el agua. Tras afirmar que para los ayuntamientos afectados "es fácil echar la culpa a una infraestructura porque así ellos dejan de tenerla", el consejero ha subrayado que la M-45, según consta en los informes técnicos a los que ha tenido acceso, "ha estado funcionando con total normalidad en los días de lluvia y no está teniendo ninguna influencia en lo ocurrido".
Para el consejero, las culpas hay que buscarlas en que en la zona perjudicada hay una serie de viviendas construidas desde hace años "fuera de la legalidad, sin ninguna infraestructura". Además, al lado de la carretera hay unos nuevos desarrollos urbanísticos que han modificado el camino natural del agua, lo que "puede afectar a la situación". También ha explicado que cuando llueve de manera torrencial el agua llega a la Cañada Real a través de un puente por el que pasan vehículos y personas "que lleva muchísimo caudal" y que podría haber sido el camino natural de las aguas. "Con todas estas obras que se han realizado se ha cambiado", ha indicado.
