Grecia y Noruega, principales rivales de Soraya en Eurovisión
Uribarri no conducirá este año la retransmisión de TVE, que comenzará a las 18.00.- España actúa la última
Noruega y Grecia, dos de los grandes favoritos a la victoria en el festival de Eurovisión, hicieron buenos los pronósticos y se clasificaron este jueves para la final del certamen musical que se celebrará mañana en Moscú. Los diez más votados entre los 19 países que se midieron ayer en la segunda semifinal y que disputarán la gran final son Noruega, Grecia, Ucrania, Azerbaiyán, Croacia, Lituania, Albania, Moldavia, Dinamarca y Estonia. Los países clasificados se suman a los otros diez que lograron su pase en la anterior semifinal: Turquía, Suecia, Israel, Portugal, Malta, Finlandia, Bosnia-Herzegovina, Rumanía, Armenia e Islandia. Además, ya están clasificados los cuatro países fundadores de Eurovisión, España -representada por Soraya-, Francia, Reino Unido y Alemania, más el país anfitrión, en este caso Rusia, que pasan directamente a la final.
Haciendo honor a los pronósticos, el violinista noruego de origen bielorruso, Alexandr Rybak, con Fairytale, y el griego Sakis Rouvas con This is our night reservaron un billete para la final, aunque con suspense, ya que fueron los dos últimos en lograrlo. Rybak, de 23 años, fue el más aclamado por la audiencia y demostró que tanto las casas de apuestas como los internautas no se equivocan al darle como gran favorito a la victoria.
El griego Rouvas, que participa en Eurovisión por segunda vez, propuso como alternativa una canción disco, con la que puso a bailar a todo el público, en particular, a la numerosa colonia griega presente en el pabellón Olimpíyski.
Soraya, en la mitad del ránking
El sábado, a partir de las 18 -tres horas y media antes de la final-, comienza la amplia cobertura que TVE ha organizado para apoyar a Soraya, la cantante que llega a Rusia con el antecedente de haber participado en Operación triunfo. TVE ha anunciado que presentará al jurado del certamen y a expertos que examinarán las candidaturas. En esta edición del espacio ya no estará José Luis Uribarri, que el año pasado se mostró disconforme con el famoso Chikilicuatre. La gala de este año será el debut de Joaquín Guzmán -sustituto de Uribarri- e Iñaki del Moral, que repartirá los puntos en inglés, en una velada que presentará Alaska.
Guzmán, un veterano locutor que comentará desde Moscú todos los detalles de esta final, en la que Soraya cantará en el puesto 25. Es decir, en el último puesto. Pese a esta circunstancia (considerada desfavorable para la candidata española), Soraya afirmó que está tranquila porque lleva una bandera de Extremadura y otra de España, y ropa interior negra que, según confiesa, siempre le ha dado suerte.
La primera actuación en el pabellón Olimpiyski de Moscú está a cargo de el lituano Sasha Son, que presenta Love. Antes de Soraya, subirá al escenario el grupo finlandés Waldo's People, con el número Lose control. En el cierre de Eurovisión, la española, que aparece en el medio de las encuestas, pondrá en escena La noche es para mí.
Anfitriones descontentos
Pese a que Rusia se ha empeñado en organizar una edición del festival que pase a la historia -o quizá por ello-, una encuesta publicada por el periódico Novye Izvestia revela que el 42% de los participantes del sondeo dijeron estar hartos del despliegue mediático de Eurovisión. El 23% afirmó que está molesto por los gastos excesivos que ocasiona la organización de este evento. Sólo el 10% de los rusos cree que el festival sirve para mejorar la imagen del país.
El festival de Eurovisión forma ya parte de la cultura de masas europea, ha visto los sucesos de Mayo de 68, las manifestaciones contra la guerra del Vietnam, la carrera espacial, la caída de la URSS; Europa ha cambiado, pero el festival permanece incólume al paso de los años. En España ha pasado por épocas de esplendor y de decadencia, o lo que es lo mismo, de TVE1 a La 2, pero, en los últimos años, sin que su esencia haya cambiado, ha vuelto a La Primera, con cantantes surgidos de concursos y un público entusiasta que acompaña a los representantes como si de un equipo de fútbol se tratase.
