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Guía básica de la financiación autonómica

Las respuestas a las principales cuestiones sobre la financiación: desde la necesidad de reformar el sistema a cómo se calcularán las necesidades de cada comunidad autónoma.

¿Qué es el sistema de financiación?

Es la forma que tienen la Administración central y los Gobiernos autonómicos de valorar cuánto dinero necesitan las comunidades para cubrir sus competencias (sanidad y educación son las más importantes) y con qué recursos financiar esas necesidades. El sistema, que distribuyó más de 114.000 millones en 2007, incluye a todas las comunidades autónomas, salvo País Vasco y Navarra, que tienen un régimen de financiación específico (el régimen foral). Ceuta y Melilla tienen un tratamiento especial en el sistema.

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¿Por qué reformar el sistema?

El modelo vigente, aprobado en 2002, preveía una revisión a los cinco años de su cumplimiento, aunque no necesariamente una reforma. Los cambios profundos que debaten ahora el Gobierno y las comunidades autónomas se deben a tres razones básicas: ampliar los recursos de las comunidades, ya que el modelo no recoge el sobrecoste en la prestación de servicios públicos por el intenso aumento demográfico desde 2002 (la población ha aumentado en siete millones de habitantes). También se pretende reducir la disparidad en el nivel de recursos por habitante que hay entre las comunidades (casi un 40% de diferencia entre la que más recibe y la que menos). Y, por último, había que atender lo aprobado en diversos Estatutos de Autonomía, reformados en los últimos años. Y singularmente lo que establece el Estatuto catalán, que marcó la pauta en la discusión.

¿Cómo se van a calcular ahora las necesidades de financiación?

Se tomará como referencia los resultados del último sistema de financiación, donde Andalucía fue la comunidad que más recursos recibió (el 18% del total). Y se le sumarán fondos adicionales que pondrá el Gobierno central para compensar, principalmente, el crecimiento demográfico no recogido por el sistema en los últimos años. La negociación aún no está cerrada, pero la cifra oscila entre 9.000 y 12.000 millones de euros más.

¿De dónde sale el dinero?

Como la inmensa mayoría de los recursos públicos, el dinero viene de forma directa o indirecta de la recaudación de impuestos. Las comunidades disfrutan ya de una serie de tributos cedidos totalmente por el Gobierno (los que gravan el juego o las transacciones inmobiliarias, por ejemplo). Además, se cede una parte de la recaudación de los principales impuestos. Hasta ahora, era el 33% del IRPF, el 35% del IVA y el 40% de los impuestos especiales, como los que gravan el alcohol, la gasolina y el tabaco. En el nuevo modelo, esa cesta se ampliará para sostener la ampliación de recursos reconocida a las comunidades, que recibirán el 50% de IRPF e IVA y el 58% de impuestos especiales. La tercera pata es el fondo de suficiencia: son transferencias que hace el Gobierno para cubrir la diferencia entre lo que se destina a las comunidades de la recaudación de impuestos y la necesidad de financiación que se les reconoce. En el sistema aún en vigor, las necesidades teóricas de Madrid y Baleares se cubrían sólo con impuestos.

¿Qué es la nivelación?

Es una de las principales novedades de la reforma. En el nuevo sistema, una parte importante del dinero (alrededor del 75%) se distribuirá entre las comunidades con el objetivo de que todas logren el mismo nivel de financiación por habitante. Con esta medida se pretende garantizar que los ciudadanos de todas las comunidades tengan acceso al mismo nivel de prestaciones de servicios públicos básicos (educación, salud, servicios sociales). Y al mismo tiempo se acota la solidaridad: si alguna comunidad es capaz de cubrir el dinero necesario para el resto de competencias con la recaudación de impuestos, no tendrá que devolver el dinero sobrante al Gobierno central, como hasta ahora. Es una medida que beneficia a las comunidades que más impuestos generan por su mayor nivel de riqueza, como Madrid, Cataluña o Baleares.

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