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Los agentes confirman que encontraron sangre de Mainar en el coche del alcalde de Fago

Los forenses aseguran que las cataratas del acusado no le impidieron distinguir el vehículo y su conductor

El presidente del tribunal, Santiago Serena, ha esperado a que las partes terminaran de interrogar a los forenses que exploraron la vista del presunto asesino del alcalde de Fago, Santiago Mainar para preguntar directamente a los facultativos. "Las cataratas que sufría el acusado, ¿le impedían distinguir el coche, la matrícula o la persona que tuviera delante?". La respuesta, que desmonta una de las principales coartadas del acusado, ha sido taxativa: "No". En la tercera jornada del juicio por el asesinato del regidor, investigadores de la Guardia Civil han confirmado que en el coche de Miguel Grima apareció sangre de Mainar. El fiscal sostiene que el acusado condujo ese vehículo inmediatamente después de matar al alcalde.

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Los agentes del servicio de Biología de Criminalística de la Guardia Civil han explicado a los magistrados que, en la zona del conductor del Mercedes de Grima se encontraron restos de sangre de Mainar. En el volante, la palanca de cambios y el freno de mano del vehículo aparecieron restos orgánicos (descamación de piel, células, saliva...) de esa misma persona mezclados con los de Grima, su conductor habitual, según los guardias. "La posibilidad de que esa mezcla sea de esas dos personas es ocho billones de veces más probable que sea de Grima y otra persona", han asegurado los guardias cuando se les ha preguntado por la fiabilidad de sus análisis.

La explicación que ha dado Mainar sobre cómo ha llegado esa sangre ahí ha cambiado mucho a lo largo del proceso. Durante su confesión del 2 de febrero de 2007 dijo que lo usó inmediatamente después de matarlo, cuando lo llevó hasta el paraje donde fue encontrado, a una decena de kilómetros del lugar del crimen, pero ante la juez de instrucción aseguró que se lo encontró en mitad del camino que conduce a su granja dos días antes de la muerte de Grima y lo movió para poder pasar. El lunes, ante el tribunal, volvió a cambiar su versión al afirmar que lo retiró ese mismo día de la puerta de su garaje, donde lo encontró "abierto y con las llaves puestas". La viuda de Grima aseguró el martes que, ese día, el coche de su marido estaba en el garaje del alcalde y no en el de Mainar.

Previamente los forenses han relatado cómo el único disparo de postas recibido por Grima le causó la muerte de forma instantánea y explicaron cómo calcularon la distancia a la que se había realizado. "Había una distancia de 22 centímetros entre los orificios de entrada más distantes. Si se divide esa cantidad por tres el resultado es siete, así que la distancia fue de unos siete metros", ha asegurado uno de ellos. También han asegurado que las rozaduras que presentaba el cadáver parecían posteriores a la muerte y que unas marcas en sus zapatos podrían indicar que fue arrastrado por el asfalto tirando de sus muñecas, como mantuvo Mainar en su confesión inicial.

También han relatado que el acusado, al que practicaron una revisión oftalmológica tras su detención, sufría de cataratas que reducían su visión al 50% en su ojo derecho y al 90% en el izquierdo. Con esa capacidad visual, ha manifestado uno de los forenses "se ve perfectamente a una persona que esté a siete metros", la distancia a la que presumiblemente disparó a la víctima. Después, a preguntas del presidente del tribunal ha insistido en que, a pesar de esos problemas de visión, Mainar pudo reconocer perfectamente el Mercedes de Grima, su matrícula y al propio alcalde.

Las deficiencias en la agudeza visual del acusado es uno de los principales argumentos de la defensa para mantener su inocencia. Su abogado, Marcos García-Montes, entregó el pasado lunes al tribunal dos informes periciales encargados por él -uno firmado por un oftalmólogo y otro por dos criminólogos- que ponen en duda que el presunto asesino pudiera distinguir a su víctima la noche en que supuestamente lo mató.

Sin embargo, los guardias que realizaron el informe sobre los residuos de disparo que aparecieron en las manos del acusado, han dejado una puerta abierta a la versión de Mainar. Los agentes han reiterado que encontraron una partícula de plomo, antimonio y bario en su mano izquierda, indicativa de que había disparado, pero han admitido que también podría haber aparecido ahí "al manipular armas, cartuchos u otros objetos que tengan esos restos". El acusado declaró el lunes que podría tener esos residuos por haber recogido cartuchos usados por el monte o por dar la mano a los cazadores que se encontraba.

Tercera jornada del juicio por el asesinato del alcalde de Fago, Miguel Grima. Según los peritos, en el volante, en el freno y en la palanca de cambios encontraron el ADN del acusado. En las manos de Mainar hallaron pólvora.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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