La Audiencia colabora con Francia en la búsqueda del etarra Jon Anza

Se ha convertido en el último mártir de la izquierda abertzale. Una foto más que sumar a la de las supuestas víctimas de guerra sucia según la versión de ETA y su entorno; un posible etarra depurado por la propia organización terrorista según la versión del Ministerio del Interior, aunque, en realidad, no hay pruebas ni de lo uno ni de lo otro. El presunto miembro de ETA Jon Anza (47 años) desapareció sin dejar rastro el 18 de abril tras subirse a un tren en la estación de Bayona y no se supo nada más de él. La fiscalía de esa ciudad francesa ha pedido ayuda a la Audiencia Nacional para que colabore en la investigación de su paradero. Y el juez Fernando Andreu acaba de abrir diligencias.

La fiscal del Tribunal de Gran Instancia de Bayona, Anne Kayanakis, abrió en mayo a petición de la familia una "investigación de las causas de una desaparición inquietante", como se llaman estos casos en la terminología jurídica francesa. Pero según la documentación enviada a la Audiencia Nacional, esas pesquisas no han dado ningún resultado en siete meses. La policía francesa ha recorrido todo el trayecto del tren en dirección a Toulouse que supuestamente cogió. Los agentes han sobrevolado las vías con un helicóptero en busca de pistas, han entrevistado a testigos y han recabado las cintas de los circuitos cerrados de televisión de cada una de las estaciones por las que pasó el convoy, pero era demasiado tarde, ya las habían borrado.

Esa es la razón por la que Kayanakis ha decidido dirigirse a las autoridades judiciales españolas. En su comisión rogatoria, la fiscal francesa solicita a la Audiencia Nacional que recabe datos sobre su vida en España que pudieran abrir nuevas líneas de investigación. El juez Andreu ha pedido a la Policía que informe de si existe algún cadáver no identificado en fechas cercanas a la desaparición. También ha solicitado un perfil psicológico de Anza en relación con su entorno familiar.

Anza fue detenido el 20 de febrero de 1982 en San Sebastián junto a sus compañeros del comando Lau Haizeta (cuatro vientos) y pasó 20 años en prisión por participar en el asesinato del policía retirado Leopoldo García Martín el 17 de enero de 1981. Dos años después de su excarcelación, en 2002, decidió instalarse en Francia.

El pasado 15 de mayo, casi un mes después de su desaparición, su familia aseguró que Anza se encontraba gravemente enfermo con un tumor en el nervio óptico del que acababa de ser operado. Y que, debido a su estado de salud y a unos problemas personales, decidió viajar a Toulouse para pasar una temporada con unos amigos residentes en esa ciudad. Sin embargo, sólo cinco días después, ETA publicó un comunicado en el diario Gara en el que culpaba a los Gobiernos de España y Francia de su desaparición. La nota aseguraba que Anza era miembro de la banda y que tenía que viajar a Toulouse para acudir a un encuentro con dirigentes a los que llevaba una importante cantidad de dinero. Pero no se presentó a ninguna de las tres citas que supuestamente habían concertado en esta ciudad el 18 y el 19 de abril.

El hecho de que ETA haya revelado que Anza fuera uno de sus militantes y que admitiera que llevaba una fuerte suma de dinero lleva a Interior a sospechar que, en realidad, era la banda la que lo buscaba por haberse quedado con esa cantidad. "¿Por qué ETA nos dice el nombre de un militante, nos informa de que iba a una cita en Francia y además nos habla de dinero? Pues la respuesta es probablemente porque no le importa mucho que le persigamos , da la impresión de que está estimulando a ello", aseguró Alfredo Pérez Rubalcaba en junio.

Esos datos también sorprendieron a la justicia francesa. Nada más conocerse el comunicado de ETA, la fiscalía de París abrió una segunda investigación, pero no por la desaparición de Anza, sino por los presuntos delitos de asociación ilícita y financiación del terrorismo, informa Le Monde.