El etarra detenido en Girona esta semana pretendía montar un taller de explosivos

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha dictado prisión incondicional para los tres presuntos miembros de ETA detenidos esta semana en distintos puntos de Cataluña, Faustino Marcos Álvarez, Jon Rosales Palenzuela y Azur Aristegi Aragón, según han informado fuentes jurídicas. Marlaska ha tomado la decisión tras tomarles declaración durante aproximadamente dos horas. Están acusados de los delitos de integración en banda armada y de tenencia de armas y explosivos con fines terroristas.

Faustino Marcos Álvarez, de 38 años, fue detenido el pasado martes en un tren procedente de Montpellier en la frontera de Portbou (Girona), cuando pretendía entrar en España a instalar un centro logístico de la banda en un almacén de Barcelona y una masía de Girona. El juez Marlaska, según se desprende del auto, le acusa de haber vuelto a España desde Francia para la "localización de un lugar donde depositar y elaborar artefactos explosivos".

Marcos llevaba en el momento de la detención un revólver Smith&Wesson plateado cargado con seis balas, así como una bolsita de plástico transparente con siete balas más que ocultaba en su ropa interior, cinco documentos de identidad falsos (tres españoles y dos franceses), abundante material informático (un ordenador portátil, dos discos duros externos, cuatro memorias USB y un MP3-USB) y 6.000 euros. En ese momento, supuestamente, iba a mantener una cita con otros terroristas. Dado que ETA declaró en 2004 una tregua para Cataluña (salvo para "los enemigos significativos de Euskal Herria"), la instalación de dicha base no significa necesariamente que fuera a atacar en ese territorio.

Desde agosto de 2008, Marcos estaba a las órdenes de Mikel Oroz Torrea, en paradero desconocido, y se dedicaba, junto a Alejandro Zobaran Arriola, a la elaboración de explosivos. También se le acusa de haber colaborado en Francia en la sustracción de vehículos y en la falsificación de placas de matrículas. Marcos fue captado para la organización terrorista y estaba a sueldo de la banda desde 2001 por Mikel Uzcundun Lizaur. En 2002 y creyendo que podía ser seguido por la policía, pasa a la clandestinidad en Francia, ya como miembro liberado, a las órdenes, entre otros, de Francisco Javier López Peña, alias Thierry junto a Imanol Gómez González, fallecido en accidente de circulación.

Los otros dos detenidos, Jon Rosales Palenzuela (que en los últimos años ha protagonizado, supuestamente, actos de kale borroka) y Azur Aristegi Aragón, (acusado de formar parte del desarticulado comando Vizcaya) fueron arrestados en un control policial a sólo un kilómetro de la frontera, en la zona montañosa de Coll d'Ares (Girona). En estos dos casos, además,Grande-Marlaska les imputa la comisión de un delito de integración o colaboración con organización terrorista.

Los agentes de la policía autonómica reclamaron la documentación a los presuntos etarras y comprobaron que se les había prohibido abandonar el territorio nacional. Los dos son legales y, aunque deben afrontar procesos judiciales, llevan una vida normal. De hecho, Aristegi y Rosales llegaron a Cataluña unos días antes con una furgoneta Renault del padre de uno de ellos.

Ambos están vinculados con el presunto etarra Ibai Beobide, detenido el pasado sábado cuando circulaba en bicicleta por Guipúzcoa y que estaba encargado de dinamizar y coordinar al menos tres comandos preparados para atentar. Beobide, enviado a prisión por el juez Ismael Moreno esta misma semana, está acusado de los atentados perpetrados en 2008 contra una sede del PSOE en Bilbao, el diario El Correo en Zamudio (Vizcaya), los artefactos colocados en Laredo y Noja (Cantabria) y el coche bomba contra la sede de la televisión y radio vasca en Bilbao. Tras la detención de Beobide, Rosales ha intentado esta semana huir a Francia desde Cataluña, pero ha sido detenido junto a Azur Aristegi, quien le ayudaba en su huída.