El Príncipe de Asturias condecora en un multitudinario funeral a los guardias civiles asesinados en Afganistán

El Príncipe de Asturias ha condecorado con la Cruz del Merito Militar con distintivo rojo a José María Galera y Abraham Leoncio Bravo, los dos guardias civiles asesinados y traicionados por el policía afgano que les hacía de conductor. El multitudianrio funeral, que ha comenzado con más de hora y media de retraso sobre la agenda prevista, se oficia en el cuartel de la Unidad de Acción Rural en Logroño, donde estaban destinados los agentes.

Tras la llegada de don Felipe y doña Letizia, que han saludado a las autoridades y dado las condolencias a los familiares, visiblemente afectados, han entrado en el recinto los féretros, cubiertos por la bandera nacional y con un tricornio sobre la enseña. Al oficio religioso asisten también la ministra de Defensa, Carma Chacón y el titular de Interior, Alberto Pérez Rubalcaba. Después de que la banda del cuartel haya tocado la canción La muerte no es el final, agentes del Instituto Armado han disparado una salva al aire. Después se ha interpretado el himno de la Guardia Civil, que ha arrancado un fuerte aplauso que nha roto el silencio de los asistentes. Los féretros han salido a hombros de sus compañeros, al ritmo de la marcha fúnebre.

El cadáver del interprete, Ataollah Taefik, también fallecido por el mismo ataque, ha llegado ya a Zaragoza donde recibirá sus oficios religiosos.

La llegada de los feretros

El Airbus A-310 con los féretros de los guardias civiles y el traductor asesinados ayer en la antigua base española de Qala-i-Naw, en Afganistán, ha aterrizado a las 11 de esta mañana en la base de Torrejón (Madrid) procedente de Tayikistán. Hasta allí fueron a recoger los ayer el director de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general José Julio Rodríguez.

Hoy les esperaban a pie de pista sus familiares, deshechos, y acompañados por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; los ministros del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y Defensa, Carme Chacón; el líder del PP, Mariano Rajoy; los presidentes de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y Madrid, Esperanza Aguirre. También acudieron los portavoces parlamentarios del PSOE y el PP. Todos fueron informados por el JEMAD de los pormenores del atentado. Poco después y aún en las pistas, Zapatero y Rajoy hablaron sobre la situación de las tropas españolas en Afganistán, según fuentes gubernamentales.

Dos piquetes de la Guardia Civil y uno del Ejército de Tierra han sacado, al son de la marcha fúnebre y muy emocionados, los féretros de los agentes y del traductor de la bodega del avión cubiertos por la bandera de España y una corona de laurel enviada por sus compañeros. A los tres fallecidos se les ha concedido la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo por el "valor" en operaciones militares que puedan implicar el uso de la fuerza armada. El arzobispo castrense ha oficiado un responso en la intimidad para los dos agentes, católicos, y un clérigo Bahá'í para el traductor. Después, los féretros han sido trasladados al Instituto Anatómico Forense para la autopsia.

Condolencias de Obama

El Gobierno recibió ayer por la tarde la condolencia del presidente de EE UU, Barack Obama, que telefoneó a Zapatero para expresarle tanto la solidaridad por la pérdida como para agradecerle la contribución de los agentes españoles en la misión de adiestramiento de las fuerzas de seguridad afganas. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Mike Hammer, ha declarado que "EE UU extiende su más profundas condolencias a las familias de los dos oficiales de la Guardia Civil que han perdido la vida trágicamente en Afganistán".

Asimismo, ha destacado el papel de las tropas españolas y de la Guardia Civil en Afganistán. "Como el presidente Obama ha expresado previamente al presidente Zapatero, apreciamos enormemente la contribución de España en apoyo de la misión de la OTAN en Afganistán". En particular, Hammer ha destacado la "crítica" labor de la Guardia Civil en el entrenamiento de las tropas afganas para que puedan asumir la seguridad de su propio país cuando salgan las tropas extranjeras.