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El PSC relativiza su pérdida de peso

Los socialistas catalanes confían en un remonte de Zapatero que beneficie electoralmente a Montilla - Chacón se queda como única ministra catalana

Por más esperado que fuera, la pérdida de uno de los dos ministerios que hasta ayer tenía el PSC no coge a los socialistas catalanes en su mejor momento. Con todas las encuestas en contra para las elecciones catalanas, los socialistas catalanes tuvieron que escuchar ayer los reproches de la oposición por su pérdida de peso en el seno del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente de la Generalitat, José Montilla, rehuyó comentar el asunto en su comparecencia conjunta con el ministro de Fomento, José Blanco, pero el resto de los dirigentes socialistas catalanes salieron en tromba para lanzar el mensaje de que el peso de un partido no se calcula por el número de ministerios.

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Como es habitual, fue su portavoz, Miquel Iceta, el más expresivo. "A nosotros lo que nos interesaba no es decir que han puesto un ministro catalán de Medio Marino. No, a nosotros lo que nos interesa es tener un magnífico Gobierno para afrontar el final de la legislatura", dijo Iceta asegurando que el peso político del PSC está bien representado por la ministra de Defensa, Carme Chacón. Los socialistas catalanes confían en que la crisis de gobierno acabe reforzando a Zapatero y, por extensión, el proyecto del PSC ante las urnas el 28 de noviembre.

El nuevo Gobierno que hoy toma posesión deja al PSC, a grandes rasgos, como estuvo la pasada legislatura: con un solo ministro catalán en su seno. "Hay momentos en que tienes tres ministros y otros en que solo tienes uno, no hay que dramatizar", aseguraba uno de los dirigentes del PSC afincados en Madrid.

Sintonía con Jáuregui

En Barcelona la dirección del partido intentó focalizar la atención en la buena relación que une al PSC con Alfredo Pérez Rubalcaba, el nuevo hombre fuerte de Zapatero. Rubalcaba fue la pieza clave para que el Estatuto no embarrancara definitivamente en las Cortes tras su aprobación en el Parlament, recuerdan. No menos importante fue en algunos momentos, dicen las mismas fuentes, el papel del nuevo ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui.

Este histórico socialista vasco, por más que en Cataluña se le ha colgado la etiqueta de "jacobino", tiene admiradores en el PSC. "Su actuación fue clave para que el PSOE aprobara una declaración en 2008 a favor del modelo de inmersión lingüística en las escuelas de Cataluña", recuerdan en el PSC. Jáuregui, que pasará a ejercer el papel de máximo fontanero de La Moncloa que tenía hasta ahora María Teresa Fernández de la Vega, será el encargado de gestionar la llamada carpeta catalana. Los traspasos pendientes, sus ritmos y el desarrollo del Estatuto dependerán en buena medida de las gestiones del socialista vasco. El PSC también ve positiva la ascensión de Marcelino Iglesias a la poderosa secretaría de organización del PSOE. "En poco tiempo este movimiento puede ser el más importante de los que hemos visto hoy [por ayer]", añadió otro dirigente del PSC.

El líder de Convergència i Unió, Artur Mas, cuestionó abiertamente estas aspiraciones de los socialistas. "Nunca se ha notado mucho que el PSC tuviera dos ministros", aseguró sin dejar de hurgar en la herida de la pérdida de peso del PSC. Lo mismo hizo el republicano Joan Ridao: "El primer recorte fue el Estatuto, el segundo es la presencia de ministros catalanes", dijo. Joan Herrera, de Iniciativa per Catalunya, se centró más en el factor ideológico. "Zapatero cambia los ministros para que la política más antisocial de las últimas décadas no solo se mantenga, sino se acentúe", dijo.

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