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Berlusconi: "Hay en marcha un golpe moral de tonos puritanos"

El primer ministro admite que es "un pecador, como todos", y recuerda a los fiscales "que el último juez son el pueblo y el Parlamento"

Silvio Berlusconi prosigue su campaña de guerra abierta contra los jueces y a través de una entrevista a Il Fogli o, diario dirigido por Giuliano Ferrara, consejero político del jefe de Gobierno, ha afirmado hoy que "los fiscales de Milán no conseguirán culminar su golpe porque en una democracia el juez de última instancia, cuando se trata de decidir quién gobierna, es el pueblo elector, y con él el Parlamento, que son los únicos depositarios de la soberanía política".

Según Berlusconi, "esta vez hay una conciencia pública muy extendida sobre el intolerable modo de actuar" de la Fiscalía, un acuerdo "sobre la intolerable inconstitucionalidad de ese golpe blanco o golpe moral". Y añade sobre el caso Ruby: "Quien predica una República de las virtudes con tonos puritanos y jacobinos tiene en la cabeza una democracia autoritaria, lo contrario de un sistema fundado sobre la libertad y una verdadera conciencia moral pública y privada. Yo, a veces, soy como todos los demás también un pecador, pero la justicia moralista que se agita contra mí persigue ir más allá de mí. Quiere colocar en el poder a través de un uso antijurídico del derecho y de la ley la idea de cultura, civilización y vida de una élite que se cree sin pecado, lo cual es simplemente escandaloso, antiliberalismo en estado puro".

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Por eso, ha añadido, el texto firmado ayer por la dirección del Pueblo de la Libertad "hablaba de subversión política: se trataba de un juicio técnico, no de un desahogo irresponsable".

Berlusconi dibuja además la trama de un compló judicial y periodístico contra él, en el que "los fiscales maquinan con los periódicos y los programas del lobby antiberlusconiano, se pasan los papeles de forma concertada y arrastran así a una oposición sin identidad".

Una persecución en toda regla, en definitiva, que obliga al Gobierno a recuperar la figura de la inmunidad de los altos cargos políticos, abolida a principio de los años noventa, y que "era un filtro entre los poderes autónomos del orden judicial y la soberanía y la autonomía de la política".

Según el líder de la oposición, Pierluigi Bersani, las "palabras de Berlusconi son verdaderamente subversivas, estamos cada vez más cerca del umbral de no retorno". Bersani ha pedido a "todos aquellos que tengan la posibilidad de hacer sentir su voz que se pronuncie, y a la oposición que se una en un bloque para construir una iniciativa nueva y unitaria".

Silvio Berlusconi comparece ante la prensa en Roma en 2006.
Silvio Berlusconi comparece ante la prensa en Roma en 2006.AFP

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