Los debates electorales entran en la precampaña

Cada vez que se acercan elecciones todos los partidos coinciden en que los debates son una demanda de la sociedad y una oportunidad para poder presentar y confrontar sus proyectos y propuestas. Pero lejos de dejar las discusiones para ese momento, los enfrentamientos comienzan mucho tiempo antes de que estos se celebren. Cuestiones como la cantidad de cara a cara, el lugar en el que se llevan a cabo, quién los modera, cuántos candidatos se enfrentan... devienen en esenciales.

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, inauguró la precampaña electoral de su partido el pasado 29 de marzo con la consigna de "exigir" al PP la celebración de debates entre todos los candidatos autonómicos y municipales. Blanco los calificó de "derecho democrático" y "deber político".

Los socialistas han seguido las indicaciones de su dirigente y ayer se lanzaron a solicitar debates. El primero ha sido el candidato a la alcaldía de Barcelona, Jordi Hereu, aunque su petición ha sido un tanto peculiar, ya que ha requerido enfrentarse con su homólogo en Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. El vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se ha apresurado a contestar al actual jefe del consistorio de la capital catalana, en declaraciones a la cadena Cope, que como en el PSC "nadie quiere tratar" con Hereu, éste busca tener un cara a cara con el alcalde madrileño.

El presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha y candidato a la reelección, José María Barreda, también ofreció ayer a su rival por el PP, María Dolores de Cospedal, un debate electoral "sincero, sin condiciones y abierto". La solicitud la ha hecho el secretario de Organización del PSOE en la comunidad, José Manuel Caballero, que ha pedido un cara a cara sin restricciones, aunque ha apuntado que habría que buscar un debate del que todos los medios de comunicación se puedan hacer eco y que llegue a toda la sociedad. No obstante, Caballero ha insinuado que finalmente no habrá encuentro porque durante esta legislatura Cospedal ha rehuido debatir con Barreda en las Cortes manchegas los temas importantes.

Esta excusa es la misma que han alegado los populares para justificar su recelo a que Barreda verdaderamente quiera debatir con Cospedal. "Los antecedentes de Barreda y sus secuaces, en términos de debates y de medios de comunicación, resultan ser una mezcla explosiva, antidemocrática y bastante ventajista". En estos términos se ha expresado el secretario regional de Acción Parlamentaria del PP, Leandro Esteban, tras conocer la propuesta de los socialistas. Esteban ha puesto como ejemplo las 120 propuestas presentadas por su partido para debatir en el parlamento de Castilla-La Mancha y que "han sido vetadas" por los socialistas. Sin embrago, el dirigente popular ha instado al PSOE a que le mande el escrito para ver en qué términos se hace la propuesta electoral.

Óscar López, el secretario autonómico del PSOE de Castilla y León y candidato a presidir esa comunidad, también ha exigido al PP que acepte los debates electorales propuestos por TVE. La televisión pública ha ofrecido celebrar dos debates en todas las comunidades autónomas, uno entre los candidatos de las formaciones mayoritarias y otro entre los de todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria en cada región. López ha aceptado participar en ambos, sin excluir otros en la Televisión de Castilla y León y ha recordado que su partido ha pedido hace un mes al PP llevar a cabo esos debates sin haber recibido respuesta.

Cuántos, dónde, con quién

Cada vez que se acercan las fechas de las campañas electorales -salvo las generales de 2004 en las que el PP se negó a celebrar ningún debate entre su candidato, Mariano Rajoy, y el del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero- los tira y afloja entre las formaciones políticas para determinar, primero, si se celebra el debate y, después, cuántos, dónde y entre quiénes cobran protagonismo. Es lo que ocurrió en el cara a cara entre Zapatero y Rajoy en 2008. Se trataba del primer debate entre dos candidatos a La Moncloa desde el de 1996 entre José María Aznar y Felipe González. Entonces, 20 días antes del primer enfrentamiento, el 25 de febrero de 2008, las negociaciones entre los responsables de las campañas del PSOE y el PP, José Blanco y Pío García Escudero, quedaron en un punto muerto por la negativa de los populares a que los debates no se celebraran solo en Telecinco y Antena 3. Los socialistas no querían excluir a ninguna cadena y pidieron una única señal institucional para que pudieran emitirlo todas las televisiones que lo desearan, incluidas las autonómicas. Es lo que ocurrió finalmente en los dos cara a cara que tuvieron ambos dirigentes, el 25 de febrero y el 3 de marzo.

Otro de los problemas que han suscitado controversia ha sido determinar el número de participantes en los debates. En las elecciones autonómicas y municipales de 2007 Ciutadans pidió estar presente junto con PSOE, PP, CiU, ICV-EUiA y ERC en el debate de TVE del 24 de abril entre los candidatos a la alcaldía de Barcelona. La Junta Electoral de Barcelona dictaminó la inclusión de la formación, pero su decisión fue revocada por la Junta Electoral Central, 20 minutos antes de que comenzara la emisión, por entender que únicamente debían participar los partidos que tenían representación en el Ayuntamiento. Esperanza Aguirre también se negó a tener un debate a tres en Telemadrid con el candidato del PSOE, Rafael Simancas, y la de IU, Inés Sabanés. Finalmente, el PP dio su brazo a torcer y el 11 de mayo la dirigente de IU pudo participar en el encuentro.

El dónde también ha sido motivo de discusión en las negociaciones previas a la celebración de un debate. En 2007 los candidatos a repetir como alcaldes en Madrid y Valencia, Alberto Ruiz Gallardón y Rita Barberá, declinaron tener cara a cara con sus oponentes socialistas, Miguel Sebastián y Carmen Alborch, respectivamente, en la Cadena SER. Sin embargo, no tuvieron ningún inconveniente en debatir con ellos en TVE y Telemadrid o en Canal Nou.

Los intercambios de opiniones provocados por las propuestas de debate de hoy parecen indicar que en las elecciones de 2011 van a volver a reeditarse las mismas polémicas que en comicios anteriores.