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El informático de Forever manipuló las cuentas para encubrir a Camps

El empleado declara ante el juez Flors que lo hizo por instrucción de sus jefes

El informático de la tienda Forever Young en Madrid, Francisco Ferre, admitió ayer ante el juez José Flors que manipuló la contabilidad de la empresa por orden de sus jefes para borrar las huellas que conducían al presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps. La alteración, según fuentes conocedoras de su declaración, se habría producido el 23 de marzo de 2009, con la trama Gürtel ya desmantelada por la policía y pocos días después de que el responsable de justicia del Partido Popular, Federico Trillo, se reuniera con el dueño del establecimiento, Eduardo Hinojosa.

Las palabras de Ferre están respaldadas por correos electrónicos y archivos informáticos que señalan que el número de cliente de Camps (el 394) fue sustituido por el de Álvaro Pérez, El Bigotes (que era el 571). La declaración del informático tuvo lugar en la vista previa del caso de los trajes, en el que están imputados el presidente valenciano y otros tres altos cargos por aceptar presuntamente regalos de la trama corrupta. Flors dispone de tres días para decidir si los sienta en el banquillo.

Ferre dice que el número de cliente de Camps fue sustituido por el de Álvaro Pérez, 'El Bigotes'
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La prueba sobre la manipulación contable afecta a la línea de flotación de la defensa de Camps. Su estrategia se ha basado en gran medida en sostener que el informe de la Agencia Tributaria sobre la documentación de Forever Young y la incautada a la red no fue concluyente sobre si la trama pagó efectivamente las prendas de vestir (25 de ellas supuestamente para Camps). Los peritos ya expresaron en el informe sus sospechas de que las cuentas habían sido manipuladas. En la página 27 del documento pericial señalan, por ejemplo: "Todo lo anterior determina que estos peritos alberguen dudas razonables acerca de la veracidad de dichos documentos". Ayer, los dos funcionarios de Hacienda se ratificaron en el contenido del informe, que acredita, entre otras cosas, que no existe constancia de que Camps pagase las prendas en metálico, tal y como ha sostenido desde que se inició el caso.

La nueva prueba, aportada por la Fiscalía Anticorrupción en febrero y ratificada ahora por el informático, puede dar lugar a otro proceso judicial por falsificación de documento mercantil y encubrimiento, según fuentes jurídicas.

Ferre recibió las instrucciones de Raquel Vázquez (a quien en la prueba aportada por Anticorrupción se describe como mano derecha de Hinojosa en la empresa), según consta en varios correos electrónicos incorporados al sumario. La directiva sostuvo ayer ante el juez que no recordaba dichos mensajes y que su correo fue, en todo caso, atacado por un hacker en aquella época. Según la policía y la fiscalía, casi todas las prendas de ropa regaladas a Camps, Ricardo Costa, Víctor Campos y Rafael Betoret salieron de esta tienda y fueron pagadas por la trama.

En la vista de ayer compareció también Cándido Herrero, gerente de Orange Market, filial valenciana de la red, que se negó a responder a preguntas. Dijo, sin embargo, que su empresa no hacía regalos a políticos. Y también declararon el chófer y el guardaespaldas de Camps, con el objeto de confirmar que, como aseguró el presidente, un día que no llevaba suficiente dinero encima para comprar una americana, se lo pidió prestado. Flors rechazó inicialmente su asistencia a la vista porque nadie acusa a Camps de que esa prenda en concreto le fuera regalada, pero la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia valenciano admitió el recurso de las defensas para que declarasen.

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