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Siete razones para amar la cuerda

El cuarteto Quiroga abre el jueves la temporada de cámara del Auditorio Nacional. Vienen a demostrar que nadie les ha regalado nada y a alardear del nuevo disco que acaban de grabar, Statements. Sus miembros nos recomiendan las siete mejores piezas para cuarteto de cuerda de la historia.

Cuarteto de cuerda nº 2, Opus 20, de Haydn.

Tiene cerca de 70 obras para cuarteto. Siempre que tocamos su música, pensamos: Haydn debió ser un gran tipo.

Cuarteto K. 465 en do mayor 'Disonancias', de Mozart.

Arranca con una armonía muy aventurera. Tiene un segundo tiempo para derretirse de lo bonito que es.

Cuarteto Op. 59, nº 1 en fa mayor, de Beethoven.

Es algo así como la 'Heroica' de los cuartetos. Simplemente, monumental.

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Sueños a cuatro voces

Cuarteto 'La muerte y la doncella', de Schubert.

Su belleza melódica y su contenido poético van directos al oyente y, como dagas de armonías afiladas, conmueven hasta al más apático.

Cuarteto en fa mayor, de Ravel.

Saliendo de la cultura germánica, en Francia nos encontramos con Debussy y Ravel. Ambos, un placer para los sentidos, un viaje a mundos sonoros embriagadores.

Cuarteto nº 2, de Bártok.

Músicas que beben de la tradición popular, pero que consiguen ir muy lejos, llevándonos a territorios espectaculares.

Cinco Movimientos para cuarteto, op. 5, de Webern.

Gestos llenos de poesía, miradas al seductor abismo donde el sonido se estrella en el tremendo vacío del silencio.

El cuarteto Quiroga.
El cuarteto Quiroga.JOSEP MOLINA

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