_
_
_
_
_

Ese impostor llamado éxito

Actores y actrices del cine español reflexionan en torno al triunfo y al fracaso

En su precioso poema If, Rudyard Kipling habla del triunfo y de la derrota como dos impostores que hay que tratar de igual manera. Para el escritor británico nacido en la India, no hay que pavonearse demasiado de los éxitos ni tampoco lamentar excesivamente los fracasos. Son, en definitiva, inevitables peajes que toda persona debe pagar alguna vez en la vida..

Probablemente sean los actores y las actrices quienes mejor comprendan este verso de Kipling porque están acostumbrados más que nadie a convivir con estos dos conceptos tramposos y ambiguos. ¿Dónde radica el éxito y qué significa? ¿Cuándo se puede hablar de un fiasco? ¿Cuánto tiempo se recuerdan los aplausos o se tardan en olvidar los reveses? ¿Son los premios el verdadero barómetro que mide el triunfo profesional? ¿Importa más el reconocimiento de la crítica, el del público o la íntima satisfacción por el trabajo bien hecho?

A lo largo de estos últimos quince años, TCM ha entrevistado a algunos de los mejores intérpretes del cine español y a todos ellos les ha pedido una reflexión sobre el éxito. Para Charo López, la inolvidable protagonista de la serie de televisión Los gozos y las sombras, conseguir uno es algo realmente difícil. No consiste en ser famoso ni prodigarse en la tele. "Es hacer un personaje del que se enamore el público", explica.

Belén Rueda y Tristán Ulloa hablan de los pros y contras que tiene debutar en el cine con un papel que obtiene una gran aceptación popular. La actriz lo sabe de sobra después de protagonizar Mar adentro y el actor cuenta cómo le costó despegarse del personaje que interpretó en Mensaka. "La gente te identifica con él y luego te llueven los clones", dice.

Para Charo López consiste en "hacer un personaje del que se enamore el público"

Antonio de la Torre reconoce que durante años se acostumbró tanto a los fracasos, que ahora se siente extraño viviendo rodeado de éxitos. Unax Ugalde y Carlos Iglesias reflexionan sobre lo que supuso para ellos tener un programa o una serie seguidos por millones y millones de telespectadores.

José Coronado, por el contrario, llegó relativamente tarde al mundo de la actuación y, por tanto, también tardó en saborear las mieles del éxito. "Es mejor empezar tarde porque que te venga de pronto toda esta estupidez de la fama con 17 o 18 años te puede trastocar tu forma de vida", explica.

Javier Cámara y Luis Tosar conviven con su popularidad de forma natural, agradecen la atención de que son objeto por parte del público pero también mencionan inconvenientes como ser reconocidos a todas horas y en cualquier lugar. Al entrañable Constantino Romero unos chavales le pidieron, hace unos años, que repitiera en voz alta el famoso "Yo soy tu padre" que pronuncia Darth Vader en El imperio contraataca y que él dobló al castellano. Y a José Sacristán una señora le solicitó un autógrafo con inusitado entusiasmo. Cuando el actor lo firmó, la mujer se quedó mirando el resultado y dijo: "José ¿qué?". Son las burlas que te regala ese impostor llamado éxito.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_