En medio del lago Tanganica, el segundo más profundo del mundo después del Baikal, en Rusia, una lámpara de parafina alumbra a Moisés, uno de los cinco integrantes de la flotilla.Sebastian RuízFoto 3. Este tipo de pesca artesanal se realiza con unas lámparas colocadas sobre un palé de madera. Los peces que acuden a la luz y quedan atrapados en la red se conocen como ndagala, una especie endémica del lago parecida al boquerón. El rectángulo formado por las dos barcazas deja en el medio la luz y bajo ella la red que tras unas 3 horas será recogida.Sebastian RuízAmanece después de una noche sobre las aguas del lago Tanganica. Moisés y Andrew muestran una pequeña parte de la captura sobre una cesta de mimbre.Sebastian RuízDeniss tiene 14 años. Hace tiempo que tuvo que abandonar la escuela. Sus padres están refugiados en Tanzania pero él vive con su abuela. Ahora su familia más cercana es la flotilla comandada por Olivier.Sebastian RuízOlivier divisa la costa a unos 5 kilómetros. Es un patrón formado con la práctica y con la experiencia de haber vivido una guerra civil faenando en el Tanganica.Sebastian RuízEl sol despunta dejando un paisaje espectacular. Al fondo las montañas ruandesas y burundesas que se unen sin fronteras cobijan a la capital, Bujumbura. Una barca de pescadores pone el rumbo hacia la orilla.Sebastian RuízEn la orilla esperan comerciantes, pescadores, mujeres que preparan la comida y curiosos.Sebastian RuízDespués de una noche pescando, un caldo caliente con escasez de verduras espera a los pescadores por unos 40 céntimos de euro.Sebastian RuízHace 11 años, la FAO, construyó secaderos de tela metálica sostenidos por palos de madera. De esta forma los bastidores quedaban fuera del alcance de los animales y podían cubrirse en el caso de que lloviera, evitando el deterioro de las ndagala. El número de secadores a lo largo de las orillas del lago Tanganica ha aumentado de 500 a más de 2.000 unidades.Sebastian RuízUna pareja de pescadores desenreda una de las redes que han utilizado durante la noche. Al fondo se pueden apreciar las tiendas de campaña improvisadas que hacen las veces de casa.Sebastian RuízEl pequeño asentamiento pesquero donde vive Olivier en Bujumbura es un espacio tan pequeño que se está en él de repente. Carece de esa dignidad que otorgan unas afueras, una periferia. Aquí conviven una treintena de hombres que entienden la pesca tradicional como su propio referéndum al sí a la vida.Sebastian RuízLos militares pasean más de lo normal por la orilla pesquera. La situación de inestabilidad política que vive Burundi ha provocado que un total de 144.000 burundeses huyeran desde principios de abril a las vecinas Ruanda, Tanzania y República Democrática del Congo por las aguas del lago Tanganica.Sebastian Ruíz
