_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Mamografía

Tan inmoral parece la charlatanería criminal de Txumari Alfaro prometiendo un mundo sin cáncer como los tsunamis en los gin-tonics de los agoreros del Procés del Fin del Mundo

Luz Sánchez-Mellado
Imagen de mamografía.
Imagen de mamografía.© GETTYIMAGES

Ayer, a la hora crítica en que los independentistas se hacían con el control de la Mesa del Parlament, con sus imprevisibles implicaciones en el futuro de Cataluña, España, la UE y el globo, la que firma se encontraba en una tesitura no menos peliaguda. Hallábase una, de hecho, ofreciendo sus depauperados pechos de madre exnodriza de dos lechonas a una máquina cuyo solo nombre —mamógrafo— constituye un insulto a la eufonía del idioma y a la autoestima de las usuarias. Un híbrido entre plancha del pelo y compactador de residuos diseñado por algún heteropatriarca de libro que te las junta, eleva y aplasta hasta dejártelas reducidas a sendas tarjetas de crédito sin saldo, según la exactísima y suicida metáfora de un amigo sin conocimiento —aún— de causa.

A ver, no me quejo. Al revés, agradezco las revisiones del programa de detección del cáncer de mama por las que se nos ofrece pasar a las madrileñas a partir de cierta edad de riesgo y que, estoy segura, evitan muchas muertes al año. Pero el trance te pone en tu sitio a ti y a tus senos. Quedarte a torso gentil muerta de miedo en un autobús de la periferia mientras dos técnicas te las manipulan y debaten sobre el estreñimiento asociado a la dieta disociada de la una y el mamonazo del hijo de la otra que le suspende todas, te quita de cuajo, no sé, toda la prosopopeya de intelectual de cuarta. Si luego ves a las abuelas comprar una patata y un puerro en el mercado y a los parados de duración extralarga alargar tres horas una caña en una barra, se te caen a plomo los palos de selfi de tu vida de Instagram. Visto allí, tan inmoral parece la charlatanería criminal de Txumari Alfaro prometiendo un mundo sin cáncer como los tsunamis en los gin-tonics de los agoreros del Procés del Fin del Mundo. En fin. Que aquí me hallo. Rezando para que no me llamen antes de que llegue el resultado de la mamo a casa y pontificando a lo tonto. Vivimos de milagro.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_