_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pioneros

Para la normalización de nuestro país es imprescindible una derecha democrática y responsable, que renuncie el revanchismo

Almudena Grandes
Pleno del Congreso durante la moción de censura contra Mariano Rajoy.
Pleno del Congreso durante la moción de censura contra Mariano Rajoy.ULY MARTÍN

Ya se sabe que la mejor arma electoral posible es el Gobierno. Y que 84 diputados son muy pocos. Y que Sánchez perderá más votaciones en el Congreso de las que a él, y a mí, nos gustaría. Y que la mayoría popular en el Senado le hará la vida imposible. Pero ni siquiera eso puede empañar lo que han significado dos semanas escasas de un Gobierno socialista que ha restaurado la sanidad universal, ha acogido a los refugiados del Aquarius y ha prometido, entre otras cosas, eliminar las concertinas, rebajar el IVA cultural, derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral, suprimir las medallas de los torturadores franquistas y ajustar las pensiones al IPC. Porque el Gobierno podrá hacer todo lo que se propone o no, pero al anunciar estas reformas no se ha hundido la Bolsa, ni se han reído en Bruselas, ni el BCE lo ha sancionado, ni la patronal está en pie de guerra. Al contrario, nos hemos enterado de que la Guardia Civil es muy partidaria de eliminar las concertinas. Más allá de la flagrante evidencia de que los recortes del PP se basaban en una agenda política privatizadora y neoliberal, y no en una necesidad imprescindible para nuestra supervivencia, la satisfacción que me inspiran estas medidas viene envuelta en una amarga nostalgia anticipada. Ojalá me equivoque, pero entre las anomalías de la democracia española está la maldición de los pioneros, obligados una y otra vez a subir siempre la misma cuesta, como si el progreso estuviera condenado a permanecer eternamente en estado gaseoso, sin conquistar jamás la solidez. Para la normalización de nuestro país es imprescindible una derecha democrática y responsable, que renuncie al revanchismo. El problema es que no se divisa ninguna en el horizonte.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Almudena Grandes
Madrid 1960-2021. Escritora y columnista, publicó su primera novela en 1989. Desde entonces, mantuvo el contacto con los lectores a través de los libros y sus columnas de opinión. En 2018 recibió el Premio Nacional de Narrativa.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_