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LA ZONA DEL CONFLICTO

La ONU teme que millón y medio de personas huirán de Afganistán

La mayoría de los desplazados, unos 900.000, llegarían a Pakistán, mientras otros 400.000 podrían dirigirse a Irán y unos 50.000 a Turkmenistán y Tayikistán

La ONU ha anunciado hoy en Ginebra que alrededor de un millón y medio de afganos se desplazarán en las próximas fechas a los países limítrofes con Afganistán, ante el temor a una acción de castigo internacional como represalia por los atentados del pasado 11 de septiembre en EE UU.

Este nuevo éxodo masivo agrava la precaria situación de los más de tres millones de refugiados afganos que se encuentran ya exilidados en países cercanos y que dependen de la ayuda humanitaria proporcionada por Naciones Unidas.

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Según los cálculos de la ONU, la mayoría de los desplazados, unos 900.000, llegarían a Pakistán, mientras otros 400.000 podrían desplazarse a Irán y unos 50.000 a las ex repúblicas soviéticas de Turkmenistán y Tayikistán.

"Esperamos que un gran número de afganos pueda llegar a las fronteras y buscar ayuda fuera de su país", ha señalado el coordinador adjunto de la OCHA, Ross Mountain.

Lo abultado de las cifras coloca a la ONU ante la evidencia de que una crisis humanitaria de "enormes proporciones" se está produciendo en Afganistán. En este país cinco millones de personas necesitan ayuda internacional para sobrevivir y cerca de cuatro millones dependen de la ayuda alimentaria que les proporciona la ONU. El Programa Mundial de Alimentos estima que para el próximo noviembre unos cinco millones y medio de personas dependerán de sus suministros.

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La labor del ACNUR en Pakistán

Para dar respuesta a este masivo desplazamiento de personas, el ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados) está llevando a cabo una ambiciosa operación en Pakistán que incluye el establecimiento de 20. 000 tiendas de campaña para dar cobijo a los desplazados.

Desde ayer, un equipo de 25 expertos del ACNUR en situaciones de emergencia se encuentra desplegado en Pakistán junto a otras 150 personas que ya estaban trabajando en el lugar. El ACNUR ha pedido a los gobiernos que trabajen para prevenir las hostilidades contra los afganos y otros solicitantes de asilo y refugiados musulmanes. "Sería un gran error si se convirtieran en objeto de odio popular o de medidas gubernamentales restrictivas", ha dicho el Alto Comisionado.

Todos los países que limitan con Afganistán han cerrado sus fronteras a cualquier persona que no posea un visado, aunque parece que cientos de afganos están entrando en Pakistán e Irán a través de pasos fronterizos ilegales. Dentro de Afganistán, muchos afganos continúan abandonando las ciudades, principales objetivos de una previsible acción militar, con destino a áreas rurales.

En las últimas horas, representantes del ACNUR están negociando con las autoridades pakistaníes la apertura de sus fronteras a nuevos refugiados.

La acción sobre el terreno se une a las declaraciones en el plano político. Los máximos responsables de UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos, el Programa para el Desarrollo, el ACNUR y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) han lanzado un llamamiento conjunto a la comunidad internacional para que no olvide los principios del derecho humanitario.

En este sentido, recuerdan el sufrimiento que ha padecido el pueblo afgano tras veinte años de "conflicto brutal", tres de "grave sequía" y abusos de derechos humanos a gran escala, por lo que piden en un comunicado que no se aumenten sus problemas.

Por ello, piden a la comunidad internacional, "herida por los horribles y deplorables ataques terroristas del 11 de septiembre", que adopte todas las medidas necesarias para proteger a la población civil y, en especial, a los millones de niños y mujeres afganos.

AP

Declaración de la ONU sobre Afganistán

En Afganistán se desarrolla una crisis humanitaria de proporciones sobrecogedoras. Veinte años de conflicto, tres años de sequía, violaciones de derechos humanos a gran escala y desplazamientos masivos de población - que la actual crisis geopolítica no han hecho sino incrementar- dejaron a más de cinco millones de civiles, en su inmensa mayoría mujeres y niños, con una capacidad de sobrevivir cada vez más frágil. La inminente llegada del invierno pende como una amenaza más sobre ellos.

Mientras los ojos del mundo se vuelven hacia Afganistán y sus países vecinos, queremos hacer hincapié en los siguientes indicadores de una inmensa y catastrófica crisis humanitaria:

· En la actualidad, más de cinco millones de personas requieren ayuda humanitaria para sobrevivir, lo que incluye a más de un millón de personas desplazadas de sus hogares.
· Cientos de miles de personas se movilizan en este momento en busca de seguridad y ayuda, y el ACNUR sospecha que muchas más no tienen ni siquiera la capacidad de movilizarse.
· Ya hay 3.8 millones afganos que dependen de la ayuda alimentaria que les proporciona la ONU para sobrevivir. El Programa Mundial de Alimentos estima que para el 1 de noviembre unos 5.5 millones de personas dependerán de sus suministros.
· Según la UNICEF, casi el 20 % de las personas que necesitan ayuda son niños menores de cinco años, muchos de los cuales ya luchan por sobrevivir.
Las agencias de la ONU y otras organizaciones humanitarias siguen manteniendo abiertos los campos para personas desplazadas y siguen suministrando alimentos con la ayuda dedicada por el personal afgano que continua trabajando dentro del país. Sin embargo, la dificultad de acceder a dichos campos por parte de los trabajadores internacionales implica un rápido deterioro de la situación.

En este momento no es posible enviar más alimentos a Afganistán y el Programa Mundial de Alimentos estima que el país sólo tiene reservas de comida para dos o tres semanas.

Instamos a un mundo herido por los horrendos y deplorables ataques terroristas del 11 de septiembre a ser consciente de los principios del Derecho Humanitario Internacional y a tomar todas las medidas necesarias para proteger a las poblaciones civiles, en especial a los millones de niños y mujeres.

Convocamos a toda la comunidad internacional - muy especialmente a los países de la región - para que prevenga una mayor tragedia apoyando los esfuerzos de ayuda humanitaria, presionando a favor de un acceso seguro de los trabajadores humanitarios a la población afectada, asegurando la seguridad del personal humanitario nacional e internacional, apoyando todas las medidas conducentes a disminuir la posibilidad de una catástrofe humanitaria en Afganistán y en los países vecinos y abriendo sus fronteras a quienes necesitan refugio.

Reconocemos muy particularmente la inmensa responsabilidad que ya han asumido Pakistán e Irán al acoger a 3.5 millones de afganos y nos unimos al llamamiento del ACNUR a favor del apoyo internacional a los países de asilo para asegurar que mantengan abiertas sus fronteras a quienes merecen protección y ayuda humanitaria.

Agradecemos a los donantes - gobiernos, organizaciones e individuos - que continúan apoyando a los esfuerzos por continuar prestando ayuda humanitaria en la región, e instamos a la comunidad internacional a incrementar dicho apoyo ante la inminencia de una mayor crisis humanitaria.

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