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OPERACIÓN 'LIBERTAD DURADERA'

Los talibanes cifran en 1.500 los muertos afganos desde el inicio de la ofensiva

EE UU lanza octavillas para advertir de la diferencia entre las bombas de racimo y los paquetes de comida, del mismo color

En una rueda de prensa retransmitida en directo por las principales cadenas de televisión internacionales, el embajador de los talibanes ha ofrecido su recuento de las víctimas que han dejado los bombardeos estadounidenses contra Afganistán. Según, Abdul Salam Zaeef, unas 1.500 personas han fallecido en los ataques aliados.

El único embajador de los talibán ha descartado en Islamabad que algunos de los muertos fueran víctimas de proyectiles antiaéreos disparados por los propios talibanes, como ha sugerido Washington.

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"Hay miles de testigos de los bombardeos sobre las zonas civiles", ha asegurado, y ha añadido que EE UU ataca barrios residenciales con el fin de ahuyentar a la población y fomentar divisiones internas en Afganistán.

Estos ataques se han centrado hoy en los frentes en los que la Alianza del Norte prepara ofensivas, pero también han castigado la ciudad de Kandahar, en el sur, donde fue alcanzada una clínica de la Media Luna Roja y murieron 11 personas, según fuentes de los talibanes.

También ha habido bombardeos cerca de la capital, Kabul, aunque no se ha informado de víctimas.

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Los talibanes aseguran que un niño en un pueblo cerca de Herat, en el oeste del país, murió ayer cuando recogió del suelo una de las "bombitas" que sueltan en su caída las "bombas de racimo".

Estados Unidos, después de percatarse de que estas "bombitas", un poco más grandes que una lata de refresco, son del mismo color amarillo que los envoltorios de los paquetes de comida preparada que se lanzan desde aviones, ha comenzado a repartir, también desde el aire, octavillas que explican la diferencia.

Kandahar, abandonada

La agencia independiente Afghan Islamic Press (AIP) ha informado de que en Kandahar, que se ha quedado sin suministro de agua y electricidad y que ha sido abandonada por gran parte de su población, Estados Unidos se ha hecho con la frecuencia de la emisora de radio local para transmitir mensajes propagandísticos.

En algunos de los mensajes se ofrece a los milicianos talibanes la opción de desertar o morir.

Mientras tanto, volvieron a ser atacadas las posiciones de los talibanes en varios frentes, tanto a unos 50 kilómetros al norte de Kabul como en el norte y noreste del país.

Los bombardeos cerca de la frontera con Uzbekistán, en la provincia de Balj, se produjeron un día después de que el comandante de las fuerzas estadounidenses en la región, el general Tommy Franks, anunciara ayer en Tashkent su intención de abrir "un puente terrestre" hasta el interior de Afganistán.

En la provincia de Balj se encuentra la estratégica ciudad de Mazar i Sharif, en manos de los talibanes y que EE UU y la Alianza del Norte están empeñados en conquistar.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, confirmó ayer que "un número reducido" de asesores militares estadounidenses se encuentra en la zona de la Alianza para coordinar los ataques aéreos con las operaciones terrestres de los opositores al régimen talibán.

Los talibanes sostienen que los militares estadounidenses dentro de Afganistán se cifran en unos 500.

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