Las protestas se saldan con 14 muertos y más de un centenar de heridos
Un español se encuentra en coma al recibir un disparo en la cabeza
Las protestas civiles, que se han cobrado 14 muertos y más de un centenar de heridos, y una inédita crisis interna en la neurálgica industria petrolera venezolana han desencadenado en pocas horas la salida forzada de Hugo Chávez de la Presidencia de este país suramericano.
Así, la entrega de Chávez se ha producido horas después de que se registraran los más graves incidentes durante sus tres años, dos meses y diez días de presidencia.
Al grito de "¡Que se vaya!", unas 300.000 personas salieron ayer por la tarde hora local a la calle en un país que vivía su tercer día de huelga indefinida, promovido por los sindicatos y empresarios a causa de la crisis de la empresa estatal Petróleos, que desde hace siete semanas vive un conflicto político entre sus gestores y el Gobierno que la está llevando a la ruina.
Hacia el palacio presidencial
La marcha, apoyada por la alianza de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), y la patronal Fedecámaras, tenía establecido recorrer el este de Caracas y terminar en la sede del PDVSA, pero una vez concluido el recorrido, sus líderes decidieron conducirla, primero hasta la avenida Bolívar, en el centro de Caracas, y luego hasta las puertas del Palacio de Miraflores, la sede del Gobierno, donde se encontraba un millar de seguidores de Chávez.
En ese momento, varios piquetes de la Guardia Nacional (policía militarizada) y de la Policía Metropolitana, adscrita a la Alcaldía Mayor capitalina, tomaron el centro de Caracas y evitaron el choque entre ambos bandos, que nunca llegaron a enfrentarse cuerpo a cuerpo, aunque varias personas fueron alcanzadas por disparos atribuidos a francotiradores.
Un español en coma
Los sucesos han dejado en los alrededores del palacio presidencial al menos 14 muertos y 110 heridos, según el último balance. Entre los heridos por los disturbios en Caracas se encuentra el ciudadano español José Antonio Gamallo Díaz, según fuentes de la Oficina de Información española en la capital venezolana, que señalan que se encuentra en "coma no profundo".
A Gamallo Díaz, de 45 años de edad, soltero, nacido en Pontevedra, y residente en Venezuela desde los 9 años, se le dió por muerto en las primeras informaciones. Hasta el momento, es el único español entre los heridos en los disturbios de ayer en Caracas, aunque el Consulado General de España en Venezuela no descartan que se encuentren otros españoles entre los heridos.
Entre los fallecidos se encuentran un agente de la policía política DISIP y un reportero gráfico.
En cuanto a los responsables de las muertes, el ministro de Educación de Venezuela, Aristóbulo Istúriz, afirmó que los autores de los disparos fueron "francotiradores de Bandera Roja", de extrema izquierda. Istúriz aseguró que dos de los francotiradores fueron detenidos por la policía y manifestó que los sangrientos incidentes serán esclarecidos.
La versión oficial afirma que fueron los propios manifestantes, lo que contrasta con la que apuntan las radios del país, que señalan que francotiradores apostados en edificios aledaños al palacio de Miraflores, sede del Gobierno, han sembrado la muerte entre los grupos de manifestantes que se encontraban en sus cercanías.
También señalan que según versiones recogidas en la zona, otros disparos partieron de policías municipales, vestidos de civil, que acompañaban a la manifestación antigubernamental que pretendía llegar hasta Miraflores para derrocar al presidente Chávez.
El propio Defensor del Pueblo, Germán Mundaráin, también maneja la tesis de los francotiradores, pero todavía no hay una explicación oficial sobre el origen de los disparos, algunos de pistola y otros de fusil de asalto, ni la identidad de sus autores.
El discurso del presidente
Mientras tanto, y apenas nueve horas antes de renunciar, el presidente afirmó en un mensaje a la nación que tenía el control absoluto del país y el respaldo militar. Chávez señaló que "hay una minoría de venezolanos que parece no aceptar una realidad".
A pesar de que las televisiones fueron obligadas a emitir en cadena el discurso de Chávez, dividieron sus pantallas para poder emitir lo que estaba pasando en las calles. En respuesta, Chávez cortó la señal a los canales privados Venevisión, Radio Caracas Televisión, Televen, Globovisión y Canal Metropolitano.
Estos medios fueron desalojados las fuerzas del Disip, los servicios de Inteligencia venezolanos. Las cadenas privadas han vuelto a emitir hacia las 4.00 hora peninsular española, aunque han abandonado sus emisiones las cadenas de televisión y radio públicas.
