Concluye la jornada electoral afgana sin graves incidentes

Cerca de 12,5 millones de afganos se han inscrito para participar hoy en las primeras elecciones que se celebran en Afganistán desde 1969, aunque la participación podría resultar ser menos de la esperada. Los afganos se han acercado a los puestos electorales bajo la amenaza de nuevos ataques en una jornada marcada por incidentes aislados en Kabul y en el sur del país. El último de ellos ha sido un atentado suicida fallido contra un colegio electoral en el que dos de los terroristas han resultado gravemente heridos. Más de 80.000 agentes de policía y militares se encuentran desplegados en todo el país.

Los colegios electorales han cerrado sus puertas tras diez horas de votaciones. La participación podría quedarse en torno al 50 por ciento, según un grupo de observadores afganos independientes, aunque la Comisión Electoral de Afganistán (JEMB) aseguró que es aún demasiado pronto para ofrecer ese dato.

Durante la jornada, dos terroristas han resultado gravemente heridos tras un ataque fallido contra un colegio electoral en la provincia de Khost, al este del país. Los dos supuestos suicidas fueron interceptados por la policía en la entrada del colegio, momento en el que hicieron estallar las bombas que llevaban encima. Por la mañana, pocas horas antes de la apertura de los colegios electorales, un soldado francés de las fuerzas especiales desplegadas ha muerto tras explotar una bomba en Spin Soldak, bastión de la insurgencia en el sur del país. En la misma región, otros cuatro policías y cuatro talibanes han perdido la vida durante un ataque a un puesto de seguridad y a un puesto electoral.

Asimismo, un proyectil ha impactado esta mañana contra un hangar de Naciones Unidas en las afueras de Kabul y ha herido a una persona. Por razones de seguridad, la comisión electoral ha anunciado que algunos colegios permanecerán cerrados en las provincias e Day Kundi y Oruzgan (en el centro del país), zona controlada por los talibanes.

"Votar para hacer Historia"

Los insurgentes advirtieron de que harían lo posible por boicotear estas elecciones, que constituyen un último paso en la transición política hacia la democracia de acuerdo con la conferencia internacional de Bonn celebrada poco después de la caída del régimen talibán a finales de 2001. En enero de 2004 se adoptó la Constitución y, en octubre de ese mismo año, se celebraron las elecciones presidenciales.

Uno de los primeros en acudir a votar ha sido el presidente afgano Hamid Karzai, quien instó a los ciudadanos a "votar para hacer Historia". "Hoy es el día de la autodeterminación para Afganistán", proclamó el mandatario.

Durante la campaña han sido asesinados siete candidatos, todos ellos hombres, aunque dos mujeres que aspiran también a ser representantes políticas en la Wolesi Jirga (Cámara Baja) han sufrido ataques antes de participar en actos electorales. Sin embargo, tanto el Gobierno afgano como la ONU han reafirmado que los actos de violencia, que en lo que va de año se han cobrado más de mil vidas en todo el país, no detendrán ni impedirán un normal desarrollo del proceso electoral.

Los resultados definitivos de estos comicios no se conocerán hasta el 22 de octubre, según el calendario fijado por el Organismo Conjunto de Gestión encargado del proceso electoral. Los cerca de 6.000 colegios electorales han abierto sus puertas a las seis de la mañana hora local, una hora antes de lo previsto inicialmente, y cerrarán a las cuatro de la tarde (13:30 hora española).

Cámara Baja y Consejos Provinciales

Los afganos deberán elegir a sus representantes en la Wolesi Jirga (Cámara Baja), de acuerdo a una adjudicación de escaños por provincia en función de su población, lo que equivale a 34 elecciones, ya que Afganistán cuenta con 34 provincias. Sin embargo, los afganos temen que tras las elecciones los señores de la guerra aumenten su poder. Entre los candidatos se cuentan al menos 208 jefes guerrilleros.

Los ciudadanos deberán también elegir a los integrantes de los 34 Consejos Provinciales, es decir, otras 34 votaciones independientes. El Gobierno afgano optó por reservar a los kuchi, la población nómada del país, diez escaños en la Wolesi Jirga. Algo más de 500.000 nómadas se han registrado para votar en los más de 1.600 colegios electorales que se han puesto a su disposición en todo el país.

A pesar del avance que supone la celebración de estos comicios, el país se enfrenta a graves problemas, como la intimidación, el elevado porcentaje de analfabetismo, que llega al 70% e implica que la población no conoce el funcionamiento de un Parlamento, y la falta de comunicaciones, como ha destacado la jefa de la Misión de Observación Electoral de UE para Afganistán, Emma Bonino.