Las dos orillas del Mediterráneo buscan en Barcelona un acuerdo de inmigración y terrorismo

Todo su "empeño" ha prometido poner el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para lograr que la Cumbre Euromediterránea que ha comenzado hoy en Barcelona sea un "éxito". Tratará así de evitar que se pierda una ocasión histórica, como puede llegar a ocurrir por la ausencia de numerosos líderes, según han señalado fuentes de La Moncloa. Sin embargo, el mayor escollo sigue siendo la falta de consenso sobre la lucha antiterrorista.

La Cumbre tiene como objeto fortalecer el Proceso de Barcelona, iniciado en 1995 para crear una zona de libre comercio en la cuenca mediterránea para 2010. Pero además se persigue un acuerdo sobre dos temas esenciales en esta área: el terrorismo y la inmigración. En cuanto al segundo, parecen haberse hecho avances, pero la redacción de lo que se ha venido a llamar Código de Conducta Antiterrorista sigue atascada.

Mina la moral también la larga lista de bajas de mandatarios, que ha recortado notablemente el nivel de representación de las delegaciones de varios países, sobre todo de la ribera sur del Mediterráneo. Al encuentro estaban invitados los jefes de Estado y de Gobierno de los 25 Estados de la Unión Europea, y los de los 10 de la costa sur. Han excusado ya su presencia el presidente egipcio, Hosni Mubarak; el rey Abdalá II de Jordania; Mohamed VI de Marruecos; el primer ministro israelí, Ariel Sharon; el presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika; y el de Túnez, Zin el Abidin ben Ali. Si estarán el presidente de la Autoridad palestina, Mahmud Abbas, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.

Zapatero ha querido expresar su respeto por la decisión de estos gobernantes para luego garantizar que pese a todo espera que la cumbre sea un éxito. Esta mañana, en una rueda de prensa en la localidad mallorquina de Calviá, ha afirmado: "Por supuesto que respeto a aquellos jefes de Estado que por una u otra razón, y puedo asegurar que prácticamente todos han dado sus razones, no puedan estar en esta cumbre, pero todos los Gobiernos van a estar y los resultados van a ser positivos".

"Hagamos un balance de la cumbre cuando la cumbre termine, y no hagamos un prejuicio antes de que empiece, porque el hecho de que se celebre ya es de gran importancia", ha añadido. No ha querido entrar a valorar en ningún caso la teoría del Partido Popular, que cree que esas bajas son consecuencia de la ausencia de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice.

Inmigración: Los Veinticinco se han comprometido a favorecer la inmigración ilegal con independencia de los compromisos de agilizar el trámite de pasaportes. En contrapartida, se espera de los países árabes una mayor colaboración en los procesos de devolución de los inmigrantes sin papeles.

Sociedad civil: Los países árabes exigen mayor precisión a la hora de definir qué instituciones civiles podrán recibir financiación de la Unión Europea. Algunos, con bajo nivel democrático, quieren controlar el dinero que reciban las organizaciones humanitarias.

Terrorismo: Los países árabes (en especial, Siria, Líbano y Argelia) habían propuesto incluir en el Código de Conducta Antiterrorista este párrafo: "Nada en este código de conducta contradice el derecho de los pueblos bajo ocupación extranjera a luchar hasta el fin de acuerdo con el derecho internacional y las leyes humanitarias internacionales". Israel se ha negado, y la UE, respaldándole en parte, ha afirmado que "no tiene ningún sentido introducir matices al hablar del terrorismo". Así, el texto del borrador dice: "Reafirmamos que todos los pueblos tienen derecho a la autodeterminación, y en este contexto, dar pasos legales para la consecución de este derecho, y reafirmamos que los ataques terroristas no pueden ser justificados ni legitimados por ningún motivo o agravio". En cualquier caso, los países árabes también se niegan a que se asimile el concepto de "violencia" al de "terrorismo".