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La marcha del Día del Trabajo en Estambul deja 900 detenidos

Los manifestantes trataban de llegar a la plaza de Taksim, donde hace 30 años murieron 42 trabajadores

La Policía turca ha vuelto a actuar contra los participantes en una manifestación por segunda vez en esta semana. En esta ocasión, miles de personas participaban en los actos con motivo del Día del Trabajo y trataban de alcanzar la plaza de Taksim, donde hace 30 años murieron 42 obreros en una protesta. Sin embargo, en este lugar están prohibidas las concentraciones públicas desde el golpe militar de 1980. Al final, unos 900 manifestantes han terminado en las dependencias judiciales.

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Miles de personas intentaron llegar a Estambul desde otras ciudades del país para acudir a la concentración. A pesar de la prohibición y el masivo despliegue de las fuerzas del orden, unas 1.500 personas lograron burlar a la policía y se congregaron hacia el mediodía en la plaza. Los convocantes de la protesta han denunciado la contundente actuación de la Policía con gases lacrimógenos, golpes y detenciones. Al parecer, entre las personas que han sufrido la actuación policial está el secretario general y presidente del comité organizador, Musa Camp, así como otros líderes sindicales, que fueron golpeados y detenidos cuando se congregaban en la región Besiktas de Estambul.

Varios autobuses procedentes de Ankara que transportaban personas a la manifestación fueron bloqueados a la entrada de Estambul por agentes policiales que rompieron los cristales de los vehículos y tiraron dentro bombas lacrimógenas, para forzarlos a regresar a la capital.

La Policía mantiene bloqueadas todas las calles que conducen a la plaza de Taksim, y también ha prohibido el transporte público y la transmisión de imágenes por televisión en el área, según afirmaron las emisoras de televisión. Debido a los múltiples cortes del transporte público impuestos por el gobernador de la ciudad, una gran parte de la población no pudo acudir hoy a su trabajo en Estambul.

Policías antidisturbios turcos usan cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes. Unos 580 han sido detenidos.
Policías antidisturbios turcos usan cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes. Unos 580 han sido detenidos.EFE
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