_
_
_
_
_

Uribe niega que recibiera dinero de los 'narcos' y los 'paras' en las elecciones de 2001

El secretario jurídico de la Presidencia, Mauricio González, solicita al fiscal general de la Nación que investigue las declaraciones del narcotraficante confeso Fabio Ochoa Vasco

El Gobierno colombiano negó ayer que la campaña electoral del presidente Álvaro Uribe en 2001 recibiera dinero de narcotraficantes o de paramilitares, como afirmó un traficante de drogas buscado por la justicia de EE UU y de Colombia. El secretario jurídico de la Presidencia, Mauricio González, por su parte, solicitó al fiscal general de la Nación, Mario Iguarán, que investigue las declaraciones del narcotraficante confeso Fabio Ochoa Vasco.

Más información
"Necesitamos ayuda contra la 'narcoeconomía"

La Presidencia de Colombia señaló en un comunicado que "las directivas [de la campaña] pueden demostrar que nunca se solicitó, recibió o se utilizó dinero proveniente de narcotraficantes o paramilitares". Ochoa Vasco dijo a la revista colombiana Semana, cuyas declaraciones publicó el domingo, que en 2001 costeó manifestaciones en favor de Uribe durante la primera campaña del hoy presidente, que fue reelegido el año pasado para un segundo mandato de cuatro años.

Además, el narcotraficante añadió que gastó unos 112.000 euros en alquiler de autobuses y comida para llevar a 5.000 personas a votar por Uribe en las elecciones de 2002.

El comunicado de la Presidencia rechazó esas acusaciones, y añadió que toda la documentación está "debidamente revisada y auditada" por los fiscales externos de la campaña y "se encuentra disponible para quien quiera consultarla".

El Gobierno recordó que Fabio Ochoa Vasco fue incluido a finales de 2005 en la lista de los doce narcotraficantes más buscados por Colombia, mientras que las autoridades de Estados Unidos ofrecen una recompensa cercana a los casi 4 millones de euros.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Ochoa Vasco también dijo en la entrevista que el máximo jefe paramilitar colombiano, Salvatore Mancuso, que entregó las armas y está en la cárcel, ganó unos 67 millones de euros con el tráfico de cocaína. Mancuso dirigió las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización que celebró conversaciones de paz con el Gobierno entre 2003 y 2006 y desmovilizó a más de 31.000 combatientes.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_