_
_
_
_
_
El futuro de Europa

La República Checa no vetará el sistema de voto del tratado constitucional europeo

Polonia se queda sola en su rechazo a la doble mayoría que establece el texto llamado a sustituir a la fallida Constitución europea

El primer ministro de la República Checa, Mirek Topolanek, ha anunciado hoy que su país no impedirá que los socios de la UE aprueben el tratado de reforma de la Unión llamado a sustituir a la fallida Constitución Europea, tras los rechazos de Francia y Holanda, durante el Consejo Europeo que se celebrará mañana y el viernes en Bruselas. Polonia se queda sola en su oposición al sistema de doble mayoría que establece el nuevo texto.

Más información
Alemania ignora en su propuesta para la cumbre las demandas de Polonia
España planta cara a la pretensión de Blair de rebajar el nuevo tratado europeo

"Apoyar a Polonia en este punto no es nuestra prioridad nacional. El Gobierno de coalición no mantendrá el veto en caso de que la iniciativa polaca no sea aceptada", ha afirmado Topolanek en unas declaraciones que cita la agencia Reuters. El rechazo de Polonia al sistema de voto y el de Reino Unido a la política exterior comunitaria son las piezas más complicadas de encajar en el difícil rompecabezas que los jefes de Estado y Gobierno de la UE intentarán solucionar a partir de mañana.

Los gemelos Lech y Jaroslaw Kaczynski, presidente y primer ministro de Polonia, piden que se revise el mecanismo de doble mayoría, que estipula que hace falta el 55% de Estados y el 65% de la población para aprobar una decisión por mayoría cualificada, porque beneficia a los países grandes de la Unión, especialmente a Alemania, y perjudica a los medianos como Polonia, que ya no tendrá poder para bloquear cuestiones que considera vitales, como el reparto de los fondos de cohesión. Según un trabajo de la delegación polaca, la propuesta de Berlín confiere a Alemania una alta capacidad de bloqueo, del 78%, prácticamente igual a la situación actual establecida en Niza. Mientras, la capacidad de bloqueo de Polonia se reduce a la mitad, desde el 76% a menos del 40%.

Los polacos se han mostrado dispuestos a "morir" en la cumbre por lograr una modificación acorde a sus intereses, pero Alemania no ha mencionado las peticiones polacas ni en su informe de la semana pasada ni en el borrador de tratado divulgado ayer, una ausencia llamativa. Fuentes del Gobierno alemán han insistido hoy en que los Estados miembros "no quieren" reabrir la cuestión del mecanismo de voto. También han señalado que, en contra de algunas informaciones divulgadas en las últimas horas, la posición negociadora polaca "no ha cambiado".

Peticiones británicas

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Otro de los principales obstáculos para un acuerdo es que los británicos se hayan descolgado en los últimos días con una serie de peticiones para recortar la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), especialmente la figura del futuro ministro de Asuntos Exteriores comunitario. El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha considerado hoy en Madrid que la intención de Reino Unido de "diluir" la PESC es "muy preocupante". Por su parte, la Presidencia alemana no ha ocultado su incomodidad por el hecho de que las objeciones británicas no fueran planteadas la noche del domingo en un cónclave de ministros de Exteriores. Oficialmente, los responsables alemanes señalan que el primer ministro británico, Tony Blair, jamás ha mencionado que existiera algún problema de ese tipo en sus contactos previos con la canciller alemana, Angela Merkel.

En un intento de restar dramatismo a la situación al constatarse que, de momento, no existe la unanimidad necesaria para revisar el funcionamiento actual de la UE, fuentes de la Presidencia han indicado que si no hay un acuerdo entre los 27 "no es el fin del mundo". La cumbre, prevista para dos días pero que puede alargarse al sábado según los más pesimistas, quiere acordar un mandato claro y preciso para lanzar en julio una Conferencia Intergubernamental (CIG) que ponga por escrito los cambios institucionales, de forma que el nuevo tratado pueda estar en vigor para las elecciones europeas de 2009.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_