El Gobierno y la oposición aceptan un plan para acabar con la crisis en Kenia
El acuerdo lo conforman cuatro puntos: cesar la violencia, resolver la crisis humanitaria, una solución a largo plazo del conflicto político y promover la reconciliación
El Gobierno y la oposición de Kenia han alcanzado hoy un acuerdo sobre un plan de cuatro puntos de negociación, que creen ayudará a resolver la violenta crisis política que afronta el país en las próximas dos semanas, según el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien actúa como mediador en el conflicto.
Los puntos incluyen un acuerdo para cesar la violencia, resolver la crisis humanitaria derivada de las protestas políticas y luchas tribales, una solución a largo plazo de la crisis política, y promover la reconciliación, ha informado Annan en una rueda de prensa.
"Creemos que dentro de 7 a 15 días deberíamos abordar los primeros tres puntos de la agenda. El primero es tomar acciones inmediatas para frenar la violencia", ha comentado el diplomático.
Kenia, una vez considerado un país 'ejemplo' de democracia y paz en la convulsionada África, se ha sumido en la violencia después de las controvertidas elecciones presidenciales del 27 de diciembre, donde se declaró ganador el presidente Mwai Kibaki. La oposición denunció inmediatamente que hubo fraude, afirmación respaldada por los observadores internacionales, que señalaron que los comicios estuvieron plagados de irregularidades.
El secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, ha llegado hoy a Nairobi para ayudar a conseguir el acuerdo para poner fin a la crisis política y social, que ha dejado hasta ahora unos 850 muertos como consecuencia de la ola de violencia que vive el país.
"Hay que mirar más allá de los intereses individuales y partidistas. Hay que mirar al futuro, un futuro con más luz para el país", ha dicho el máximo representante del organismo internacional en el hotel donde está reunido con representantes de ambos bandos, bajo la mediación de Kofi Annan.
Su agenda ha incluido una reunión con el líder opositor, Raila Odinga, una visita a la oficina de la ONU en Nairobi y una rueda de prensa.
Pero mientras Ban hacía sus declaraciones, la violencia continuaba sin freno en algunos puntos del oeste del país, donde las tribus rivales, Kikuyus y Luos, están enzarzados en una espiral de asesinatos y saqueos por motivos étnicos.
"He visto unas 20 casas quemadas, incluidas tiendas, y dos policías con heridas de flechas, una en la pierna, una en el hombro", ha contado un poblador a los periodistas que habían visitado la zona. "Al menos 10 personas han muerto en ambos bandos".
Ban Ki-moon ha aterrizado en Kenia tras pasar ayer por la Cumbre de la Unión Africana (UA) en Adis Abeba, Etiopía, y decidir abandonar la conferencia, que reúne a 53 países del continente, tras conocer la muerte a tiros de otro parlamentario de la oposición keniana, David Kimutani Too, del partido Movimiento Democrático Naranja (OMD), que lidera Odinga.
La policía asegura que se trata de un "crimen pasional", pero el nuevo ataque -es el segundo diputado opositor que fallece asesinado esta semana- ha agravado aún más la crisis que atraviesa el país tras las elecciones de diciembre.
En Eldoret, la policía abrió fuego contra los manifestantes, que habían levantado barricadas, aunque no hubo muertos. La tensión extrema forzó la suspensión de una reunión convocada por el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, a la que debían asistir dirigentes de los dos partidos enfrentados para intentar recuperar el diálogo.
Violaciones
En tanto, en Ginebra, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha dicho hoy que se ha disparado la cifra de mujeres y niños kenianos violados en los campos de desplazados, donde la violencia sexual es utilizada para amenazar e intimidar.
Elisabeth Byrs, portavoz de la oficina, ha dicho que se habían registrado 167 violaciones al Hospital de Mujeres de Nairobi en el último mes. La víctima más joven tiene un año.
"Los trabajadores de asistencia humanitaria sienten que la cifra de casos registrada es solo una fracción del número real", ha informado Byrs en una conferencia de prensa. No está claro quien está realizando los ataques, afirma la funcionaria. La tasa de violaciones denunciadas se ha más que duplicado desde el comienzo de la violencia post electoral. Byrs afirma que el incremento en los ataques sexuales refleja en parte el colapso del orden social en el país y que las violaciones son utilizadas como una herramienta para amenazar e intimidar a las diferentes comunidades.
Casi 300.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares debido a los disturbios, saqueos e incendios de poblados que se han reproducido en Kenia desde que estalló la crisis.
Refugios abarrotados
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS)ha mostrado su preocupación acerca de la sobrepoblación en los refugios de los desplazados, que en su mayoría no cuentan con suficientes servicios sanitarios. En algunos campos hay sólo un solo aseo para 500 personas, al tiempo que la comida y el combustible para cocinar escasea.
Los hospitales y los centros de salud en la región también afrontan una escasez de antibióticos, medicamentos contra la malaria y para las enfermedades crónicas como el asma y la diabetes, según informa la OMS en un comunicado.
