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El campo argentino reanuda la huelga tras cinco semanas de negociaciones fallidas con el Gobierno

Los productores anuncian que volverán a organizar movilizaciones pero garantizan el abastecimiento de los mercados

Los productores agropecuarios de Argentina han decidido este miércoles reanudar la huelga comercial suspendida hace cinco semanas tras considerar que en ese período de "tregua" no se han producido avances en la negociación con el Gobierno.

Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria, ha declarado, según recoge el diario argentino La Nación que "después de 57 días [contando el paro y la tregua] no se logró avanzar. Nosotros mostramos la vocación de concertar, de avanzar, pero desde el Gobierno se resuelve confrontar. La única decisión es confrontar. Nosotros tuvimos una enorme paciencia".

Nuevas movilizaciones

Los dirigentes de la Federación Agraria Argentina (FAA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las Confedraciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) han acordado no comercializar granos destinados a la exportación desde este miércoles hasta el próximo jueves 15.

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El titular de la CRA, Mario Llambías, ha declarado en rueda de prensa que en esta nueva protesta, de ocho días, se realizarán movilizaciones de productores agropecuarios "a la vera de las rutas" y asambleas en diferentes puntos del país. Los dirigentes han asegurado que "el normal abastecimiento a la población es prioritario" y que se garantizará la libre circulación de transportes de alimentos destinados al consumo doméstico.

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El conflicto entre el Gobierno argentino y los agricultores se desató el 11 de marzo, cuando el entonces ministro de Economía, Martín Lousteau, anunció el alza de impuesto a la exportación de soja, el principal cultivo de Argentina cuyo precio no ha dejado de subir en medio de la crisis mundial de alimentos. A partir de entonces, las cuatro entidades rurales, pese a que representan intereses diversos, se unieron en una huelga en la que no sólo se cortaron las carreteras, sino que se interrumpió la cosecha y la comercialización de granos y carnes. El conflicto rural provocó una fuerte tensión política y la presidenta de Argentina pidió a los agricultores que dejaran de desabastecer el mercado como condición para dialogar. El 2 de abril se interrumpieron las protestas. En medio de negociaciones infructuosas, Lousteau renunció como ministro hace dos semanas.

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