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Cuba oficializa su rechazo a entrar en la OEA

Sin embargo, el Gobierno de Raúl Castro valora positivamente la "victoria" de los países latinoamericanos frente a Washington al derogar una resolución que excluía a la isla de ese foro desde 1962

El Gobierno cubano reiteró que no le interesa regresar a la Organización de Estados Americanos (OEA), aunque valora positivamente la "victoria" de los países latinoamericanos frente a Washington al derogar una resolución que excluía a la isla de ese foro desde 1962. Según una declaración oficial emitida este lunes, la decisión de dejar sin efecto la resolución, acordada durante la última reunión de la OEA realizada en la localidad hondureña de san Pedro Sula, "constituye un desacato incuestionable a la política seguida por los Estados Unidos contra Cuba desde 1959".

"Cuba acoge con satisfacción esta expresión de soberanía y civismo, a la vez que agradece a los gobiernos que, con espíritu de solidaridad, independencia y justicia, han defendido el derecho de Cuba a regresar (...). Cuba, sin embargo, ratifica una vez más que no regresará a la OEA", dice el comunicado. La Habana asegura que en Honduras el consenso se alcanzó "en el último minuto" y que la decisión se adoptó "en contra de la voluntad de Washington y frente a las intensas gestiones y presiones ejercidas sobre los gobiernos de la región".

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Cuba considera que "se propina así al imperialismo una derrota utilizando su propio instrumento" y dice que la decisión de la OEA "persigue el propósito de reparar una injusticia histórica y constituye una reivindicación al pueblo de Cuba y a los pueblos de América".

Para el gobierno de La Habana, "hoy puede entenderse con mayor claridad que en 1962 que es la OEA la que resulta incompatible con los deseos más acuciantes de los pueblos de América Latina y el Caribe, la que es incapaz de representar sus valores, sus intereses y sus verdaderas ansias de democracia".

Cuba califica de "vergonzosa", "infame e ilegal" la suspensión de Cuba de 1962, con el pretexto de los vínculos de la isla con el bloque socialista. A juicio del gobierno de Raúl Castro, la suspensión de la OEA fue "consecuente con su papel de instrumento de la hegemonía estadounidense en el hemisferio y con la capacidad de Washington de imponer su voluntad sobre América Latina en el momento histórico en que triunfa la revolución cubana".

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