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Colombia cierra filas en torno al ex ministro Santos

El Gobierno en pleno le defiende ante las presiones de Ecuador para que Interpol le detenga en cualquier país

Ecuador insiste en juzgar al ex ministro de Defensa colombiano Juan Manuel Santos y en hacerle responder por el bombardeo en territorio ecuatoriano sobre un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el 1 de marzo de 2008. En aquel ataque murieron 26 personas; entre ellas, Raúl Reyes, número dos del grupo guerrillero. Desde entonces, las relaciones entre los dos países están rotas.

El fiscal general ecuatoriano, Washington Pesántez, anunció el martes que solicitará que un juez canalice la petición de extradición de Santos; cinco días antes había pedido a Interpol que emitiera la orden roja para detener en cualquier lugar del mundo al ex ministro colombiano. Pero ya Interpol se había negado a publicar la orden azul, que implica la ubicación del acusado.

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Para el también ex ministro de Defensa y precandidato a la presidencia Rafael Pardo, ésta es una "tempestad en un vaso de agua", ya que no tiene asidero en el derecho internacional. "La operación fue autorizada por el Estado colombiano; Ecuador no puede individualizar, la justicia se está extralimitando", explicó a EL PAÍS.

En opinión del Gobierno colombiano, el asunto es de "particular gravedad". Desde que el pasado 29 de junio se conoció la orden de captura contra Santos por parte del juez de Sucumbíos Daniel Méndez, el Ejecutivo de Bogotá cerró filas para defenderle.

"No lo vamos a entregar", ha dicho en distintos tonos el presidente, Álvaro Uribe. Una comisión "estratégica" en la que trabajan los ministros de Defensa e Interior y el fiscal general está coordinando todas las acciones para impedir que Ecuador se salga con la suya. Y esta defensa, como ha repetido también Uribe, dará cobijo hasta el último soldado que participó en la cuestionada acción militar.

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Por su parte, Ecuador ve la Operación Fénix, como se denominó el bombardeo en una zona selvática ecuatoriana muy cercana a la frontera, como una clara violación a su soberanía. Colombia se ha defendido -incluso ante la Organización de Estados Americanos (OEA), hasta donde llegó el debate- con dos argumentos: primero, que ningún país vecino puede dar refugio a grupos terroristas, y segundo, que en la operación se cumplieron los protocolos del derecho internacional humanitario.

La justicia ecuatoriana inició de inmediato una investigación. Para ella, algunos de los muertos -entre ellos, el ecuatoriano Franklin Aisalla- fueron "asesinados" a culatazos, aunque Colombia dice tener pruebas de que Aisalla murió por esquirlas en medio del bombardeo.

El ex ministro Santos ve detrás de toda esta andanada judicial una "agresión contra Colombia". "Agresión es tirar bombas a los vecinos, no iniciar una procesos judiciales", le respondió de inmediato el presidente ecuatoriano, Rafael Correa. Y el fiscal Pesántez ha llamado a Santos a tener la "valentía" de asumir la responsabilidad jurídica de los hechos.

Santos renunció al ministerio el pasado mayo y se encuentra de vacaciones fuera del país. El Gobierno le dio pasaporte diplomático, lo que le otorga inmunidad. En medio del embrollo, su nombre ha repuntado en las encuestas que miden las opciones de los posibles candidatos a las elecciones presidenciales de 2010. Santos aspirará al cargo en caso de que Uribe no quiera o no pueda presentarse a una segunda reelección. "Sólo seré presidente si me apoya el pueblo uribista", ha dicho el ex ministro. Hoy cuenta con un 36% de la intención de voto, sin Uribe en la baraja.

En los círculos políticos colombianos ya circula una hipótesis: así como las FARC y sus acciones violentas catapultaron a Uribe y lo han llevado dos veces a la presidencia, Correa podría ser quien propicie la presidencia de Santos.

Rafael Pardo cree, sin embargo, que "la solidaridad" que genera la situación de Santos será un efecto a corto plazo. Con un matiz que él mismo precisa y que han advertido muchos: ¿es conveniente que Colombia tenga un presidente con tan malas relaciones con los países vecinos? Porque, además del conflicto con Ecuador, Santos se enorgullece de haber sido el primero en prever el "peligro" que representa tener al presidente venezolano, Hugo Chávez, tan armado y tan cerca.

Juan Manuel Santos (izquierda), el año pasado, cuando aún era ministro, acompañado por Álvaro Uribe (centro) y el entonces jefe del Ejército y hoy ministro de Defensa, Freddy Padilla.
Juan Manuel Santos (izquierda), el año pasado, cuando aún era ministro, acompañado por Álvaro Uribe (centro) y el entonces jefe del Ejército y hoy ministro de Defensa, Freddy Padilla.EFE

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