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Cuatro progresistas contra la derecha

La campaña electoral chilena se debate entre la unión de los conservadores y una Concertación fragmentada.- Frei critica a Aznar por su intromisión política

La contienda para la elección del sucesor de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, quedó restringida a cuatro candidatos que representan a partidos y fuerzas que se ordenan en el arco político desde la centroizquierda hasta la izquierda, y a uno de la derecha. Es una batalla de "cuatro contra uno", como perciben desde la dirección de los partidos de la derecha, que respaldan al empresario Sebastián Piñera, quien encabeza las encuestas.

A menos de 90 días de las elecciones presidenciales y parlamentarias del 13 de diciembre, los chilenos se preparan para festejar mañana su día nacional, que en esta ocasión marca el inicio de la celebración del Bicentenario de la independencia. El Gobierno organizó un recital gratuito para hoy por la noche por el Bicentenario, en el que más de 50 artistas actuarán frente a La Moneda. Se espera que asistan miles de santiaguinos al acto que se cerrará con el tema Gracias a la vida, de la cantautora chilena Violeta Parra.

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Entretanto, los cinco candidatos se alistan para el primer debate televisado que sostendrán en la noche del miércoles 23. Hasta hace diez meses, tres de ellos eran todavía militantes del Partido Socialista (PS) y como tales miembros de la Concertación, la coalición de centroizquierda que gobierna Chile desde 1990. Jorge Arrate, de 68 años, acompañó al ex presidente Salvador Allende en su Ejecutivo. Exiliado por la dictadura, durante la democracia fue ministro y embajador en tres Gobiernos de la Concertación, y en julio pasado se integró en el Partido Comunista para poder competir. El senador Alejandro Navarro, de 50 años, se retiró del PS en noviembre de 2008 para formar el Movimiento Amplio Social (MAS); el diputado Marco Enríquez-Ominami, de 36 años, presentó en junio su renuncia al PS para aspirar a La Moneda con apoyo del Partido Humanista e independientes. Las polémicas con la directiva del PS y la falta de espacios para competir a las primarias de la Concertación terminaron alejando a estos tres candidatos de las filas oficialistas.

El cuarto candidato, el democristiano Eduardo Frei, de 67 años, fue presidente entre 1994 y 2000. El segundo mandatario democrático después de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990) es quien tiene más opciones de competir en la segunda vuelta con Piñera. Los sondeos sitúan en el ballotage a Frei en un empate técnico con el empresario opositor, dentro del margen de error, aunque con ventaja para Piñera (42%) sobre el ex presidente (39%). En diciembre, en la primera vuelta, Piñera obtendría un 37% contra un 28% de Frei, según la encuesta de agosto del Centro de Estudios Públicos, considerada la de mayor reputación en Chile.

En cambio, si Enríquez Ominami, tercero en las encuestas para la primera vuelta con un 17%, pasara al ballotage, Piñera se impone por una ventaja mayor (44%-33%) a la que logra sobre Frei. Los otros dos candidatos, Arrate y Navarro, no despegan y marcan sólo un 1% en los sondeos.

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La división de quienes antes se inclinaban por la Concertación, que los analistas coinciden en atribuir al desgaste de los 19 años de Gobierno, impide a Piñera obtener un triunfo en la primera vuelta. Pero, a la vez, complica el panorama para el ballotage, porque más de un tercio de los votantes de Enríquez-Ominami en la primera vuelta se inclinan por Piñera antes que por el ex presidente para la segunda ronda electoral, que sería en enero de 2010.

Por otra parte, Frei replicó ayer a las declaraciones del ex jefe de Gobierno español José María Aznar , quien durante su visita a Chile, después de reunirse con Piñera, se alineó con uno de los lemas de campaña del candidato de la derecha, el de la alternancia en el poder. En un encuentro al que asistieron cien personas en la Universidad Católica, Aznar elogió a Piñera y sostuvo que la alternancia "es un requisito indispensable para la buena salud de la democracia" y citó al ex primer ministro del Reino Unido Winston Churchill, para quien "la alternancia fecunda el suelo de la democracia".

El candidato de la Concertación contestó poco después. Como ex jefe de Estado, "no me meto en las políticas internas de los países", dijo Frei. "Ésa es una norma que se respeta en el mundo y que es bueno respetarla, porque aquí la ropa sucia se lava en casa y no tenemos por qué escuchar que vengan extranjeros a darnos lecciones", agregó.

Sebastián Piñera (izquierda), junto al ex presidente español José María Aznar, ayer en Santiago.
Sebastián Piñera (izquierda), junto al ex presidente español José María Aznar, ayer en Santiago.EFE

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