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La Embajada de Grecia en Roma recibe un paquete bomba

Falsas alarmas en otras siete legaciones diplomáticas en la capital italiana

Vuelve a Roma la pesadilla de los ataques simultáneos con paquetes explosivos enviados a sedes diplomáticas extranjeras. Otras siete embajadas alertaron a la policía después de que descubriesen sobres sospechosos esta mañana, aunque solo uno ha resultado ser auténtico. En la Embajada de Grecia, en la calle Gioacchino Rossini (en el acomodado barrio de Parioli), se encontró un artefacto que fue desactivado por los artificieros de Policía y Carabinieri (el equivalente de Guardia Civil italiana). "Llegó en la tarde del viernes, cuando ya estábamos cerrados por Navidades" -explica Efi Theodoropoulous, portavoz de la sede- "así que lo encontramos solo hoy entre el correo normal". En cambio, las alertas en las representaciones de Mónaco, Kuwait, Dinamarca, Marruecos, Venezuela, Finlandia y Albania han resultado ser falsas alarmas.

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"Era una bomba de verdad y podía explotar", señalan fuentes de la Fiscalía romana que confirman que el sobre hallado en la Embajada de Atenas se parecía a los dos que explotaron el jueves en las legaciones de Suiza y Chile. En ambos casos, los paquetes entregados con la correspondencia normal estallaron al ser abiertos por los encargados de gestionar el correo. El empleado suizo resultó herido de gravedad en una mano, mientras su homólogo chileno quemaduras y lesiones leves. Como consecuencia de aquellos hechos, todas las sedes diplomáticas de la capital italiana fueron inspeccionadas. El ministro de Exteriores, Franco Frattini, pidió atención y prudencia a los funcionarios de las legaciones extranjeras en Roma y "cautela" a las sedes diplomáticas italianas en el extranjero. "Habrá más artefactos", pronosticaban el jueves los fiscales romanos, "todo depende de cuánto van a tardar los servicios postales en volver a su normalidad después de la suspensión del día de Navidad y del domingo 26".

El empleado que tenía que abrir y distribuir el correo en el edificio de la calle Rossini, al examinar esta mañana las misivas llegadas el viernes, tuvo especial cuidado. "A nuestro compañero" -explica la portavoz Theodoropoulous- "le pareció un poco raro aquel sobre amarillo [como los que se utilizan para enviar objetos frágiles], porque se notaba que contenía un CD, algo que no solemos recibir por correo. Además el remitente era un presunto instituto de cultura italogriego que no conocemos. Así que lo abrió solo un poco, no del todo, y enseguida alertó al Embajador". Este último, Michael E. Cambanis, ha precisado a los medios: "La Policía llegó enseguida, en tres minutos". Síntoma de que el nivel de atención sigue alto en la capital italiana.

El aspecto del artefacto de hoy -"un sobre amarillo que se activa cuando se rompe para ser abierto", detalla la policía de Roma- similar a los dos explotados en las embajadas de Suiza y Chile, sugiere a los investigadores que la autoría es la misma, aunque ningún grupo reivindicara el atentado de hoy. Sobre los tres episodios, la Fiscalía ha abierto una única investigación por terrorismo. La mañana del 23 de diciembre la policía encontró en la Embajada chilena un papel firmado por la Federación Anarquistas Informal (FAI) que se asumía la responsabilidad por lo acontecido. "Hemos decidido levantar la voz con palabras y acciones. Destruyamos el sistema de dominación. ¡Arriba la FAI, arriba la Anarquía!", se leía en el texto - una página escrita con el ordenador - firmado por la "célula revolucionaria Lambros Fountas", anarquista griego muerto el pasado marzo en un incidente con la policía en Atenas y desde entonces miembro honorario del Panteón anarquista. Según los investigadores el papel es autentico y la reivindicación fiable.

De hecho, tras el doble atentado de la semana pasada, el ministro de Interior italiano, Roberto Maroni, había apuntado a anarquistas, subrayando la relación con lo que ocurrió en noviembre en Grecia (desde donde fueron enviados paquetes bomba a embajadas en Atenas y a dos líderes europeos, Angela Merkel y Silvio Berlusconi). Fuentes de la Fiscalía explican por teléfono que no existen "elementos para asumir una vinculación material entre lo acontecido en noviembre en el país helénico y lo que está pasando en Italia". "Es decir -prosiguen- que sabemos de sobra que hay contactos entre los anarquistas radicales de las dos naciones pero no creemos que haya una dirección común que esté orquestando los ataques a nivel transnacional". "Los grupos extremistas de Italia y Grecia [aunque el jueves el titular de Interior citó también España] mantienen relaciones estrechas, contactos frecuentes gracias también a Internet, pero no están coordinados. Se nutren de los mismos propósitos subversivos, los llevan a cabo con actividades similares, pero no responden a un único centro. Llevan bajo nuestra lupa mucho tiempo".

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En el mismo sentido van las declaraciones que llegan desde la capital griega. El portavoz del ministerio griego de Exteriores, Grigori Delavekuras ha dicho a ANSA "que la situación está bajo control gracias a la plena colaboración entre las autoridades de los dos países. No existen de momento pruebas de una vinculación material entre estas acciones explosivas en Italia y la ola de paquetes bomba enviados en Grecia el pasado noviembre".

El sobre que estalló en la legación chilena no se destruyó por completo como ocurrió con el de la representación suiza. Así que está proporcionando indicios a los agentes antiterroristas talianos. Por ejemplo, los sellos y la dirección del remitente son autóctonos. Así que con "razonable certeza" los investigadores afirman que los artefactos fueron confeccionados en Italia y luego entregados al servicio postal del país. La misma firma lo confirma. El FAI es una sigla que reúne a cerca de -según fuentes del Ministerio de Interior- y en los últimos 10 años se ha responsabilizado de varias acciones terroristas muy similares. Empezaron en 2003, cuando lanzaron la operación Santa Klaus: pusieron varias ollas a presión con explosivos en los cubos de basura de Bolonia, ciudad del norte de Italia donde vivía y vive Romano Prodi, entonces presidente de la Comisión europea. Al Professore le enviaron un sobre que abrió en el estudio de su casa y que estalló entre sus manos, sin provocarle lesiones, sino solo un buen susto. Luego tuvieron com objetivos cuarteles de policía o Carabinieri. Ahora le ha llegado el turno a las Embajadas, como los griegos, hace tan solo un mes.

Aunque la autoría es plenamente italiana, existen lazos ideológicos que tienden puentes invisibles entre las bombas de Italia y otros países. Referencias simbólicas a personajes del nuevo anarquismo europeo, que en los últimos años se inclina hacia reivindicaciones ecologistas ("Están en contra de la energía nuclear o de las líneas de ferrocarriles de Alta velocidad o de empresas que utilizan animales para sus investigaciones", subrayan varios expertos consultados por EL PAÍS). Estos lazos resulta muy claros, si se consideran qué embajadas fueron elegidas como diana. El anarquista citado en la reivindicación de la semana pasada es el griego Lambros Fountas, que murió en marzo durante un enfrentamiento con la policía en Atenas.

En Zurich están encarcelados Silvia Guerini, Costantino Ragusa e Luca Bernasconi, tres eco-anarquistas que el 15 de abril de 2010 salieron de un valle de Piamonte hacia Suiza, con el maletero lleno con una quincena de bengalas explosivas. Tenían planeado un atentado a un taller de IBM. Los dos primeros ya habían sido arrestados en 2004 por una serie de atentados en las obras de Alta Velocidad en la Toscana.

En Santiago de Chile -recuerda Carlo Bonini del diario La Repubblica- murió en mayo de 2009 el militante Mauricio Morales por el estallido de un extintor lleno de polvo explosivo que quería dejar en un cuartel de la Gendarmería. En nombre de Morales, el FAI puso en 2009 dos artefactos en la Universidad Bocconi de Milán y en el Centro de Identificación para Extranjeros de un municipio cercano a Trieste.

Los bomberos acceden a la Embajada griega en Roma, acordonada por los <i>Carabinieri</i>, tras la recepción de un paquete bomba.
Los bomberos acceden a la Embajada griega en Roma, acordonada por los Carabinieri, tras la recepción de un paquete bomba.REUTERS

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