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Berlusconi no comparece en los juicios de los casos Mills y Ruby

El primer ministro italiano justifica su ausencia por una reunión con el presidente de la república, Giorgio Napolitano

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, vuelve a dar la espalda a la justicia. Hoy no ha comparecido en las audiencias para dos de sus juicios abiertos: el caso Mills, donde se le acusa de corrupción, y el Rubygate, por prostitución de menores y abuso de poder. El jefe del Ejecutivo ha justificado su ausencia en el Tribunal de Milán por una reunión con el presidente de la república, Giorgio Napolitano, donde se abordará el tema del polémico plan de ajuste aprobado por el Gobierno la semana pasada.

En la primera audiencia, los jueces han rechazado la petición de la defensa de asignar el caso Ruby al Tribunal de los Ministros. El tribunal ha primado el principio territorial, basándose en el lugar donde se ha llevado a cabo el crimen más grave, o sea el abuso de poder. La noche entre el 27 y el 28 de mayo de 2010, el mandatario italiano llamó a la policía de Milán para pedir la inmediata liberación de la menor marroquí. Los magistrados tampoco han aceptado la tesis de la defensa, que sostenía que Il Cavaliere estaba "totalmente convencido" de que la joven marroquí fuera la nieta del expresidente egipcio, Hosni Mubarak. Los jueces consideran que la intervención de Berlusconi sirvió para "encubrir que se trataba de una prostituta menor de edad y salvar su imagen".

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Il Cavaliere tampoco se ha presentado a la audiencia del segundo caso, como ya había anticipado su abogado Piero Longo. El líder de la derecha italiana está acusado de haber pagado 600.00 dólares (alrededor de 427.000 euros) a su exabogado, David Mills, para falsear su testimonio en un juicio por sobornos, del que el mandatario fue absuelto en los años 90.

Una amplia mayoría de italianos se pronunció en contra de la norma del legítimo impedimento (que ofrece al primer ministro la posibilidad de alegar empeños para no acudir a sus juicios) en el referéndum del mes pasado. Este resultado implica que el primer ministro italiano tendrá que sentarse en el banquillo por sus cuatro juicios abiertos, donde se le procesa además por fraude fiscal y apropiación indebida (caso Mediatrade), así como por fraude en la compraventa de los derechos de transmisión de películas estadounidenses por parte de su cadena de televisión (caso Mediaset).

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El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, durante una sesión en el Parlamento, el pasado 15 de julio
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, durante una sesión en el Parlamento, el pasado 15 de julioTONY GENTILE (REUTERS)

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